Era cerca del mediodía del recién pasado sábado cuando Mauricio Meric Recabal y Catalina Opazo estaban al interior de un vehículo suzuki alto de color gris. Fue en calle Compañía con Teatinos cuando sonido seco paralizó a todas las personas que se encontraban en el lugar: dos buses del Transantiago aprisionaron el pequeño vehículo compactándolo de tal manera que, a primera vista, se sabía que no había sobrevivientes.

Meric y Opazo volvían de una actividad de voluntariado organizada por la agrupación “Doctores de Risa PintaSonrisas Santiago“. Él iba por segunda vez y la de ella era su primera vez, incluso debió pedirle autorización a su madre porque era menor de edad.

Evelyn Flores, creadora de la actividad, declaró al diario Las Últimas Noticias que “los niños del Hospital Exequiel González Cortés lo bautizaron como el ‘doctor contento‘ y el se sentía muy feliz. Sobre Catalina, Flores recuerda que “ella lo único que quería era ayudar de alguna forma a lograr una mejor calidad de vida de los niños con cáncer“.

Después de visitar a los niños en el hospital, Mauricio debía juntarse con su pareja, Isaías González, pero nunca llegó. “A eso de las 17:00 horas se me acercaron dos carabineros para avisarme que era mi pareja. Horas después me confirmaron su identidad”.

Isaías y Mauricio contrajeron el Acuerdo de Unión Civil y el domingo cumplían su primer aniversario. “El AUC fue decisión en conjunto, una experiencia súper emocionante y linda por sobre todas las cosas […] Mauricio me hizo mejor persona, teníamos un plan de vida, hicimos muchas cosas y nos faltaron muchas porhacer. El Mauri era una buena persona que solo buscaba ayudar“, señala González.

Los antecedentes del conductor formalizado

Luis Ramón Córdova Romero fue formalizado por cuasidelito de homicidio luego que el bus oruga que conducía impactara, por razones que aún son investigadas, con el vehículo suzuki alto que terminó destruido.

Según relata el diario, Córdova anteriormente tuvo una condena por cuasidelito de homicidio en 2006 y otra de cuasidelito de lesiones graves al año siguiente. Sin embargo, se desconoce si en ambas condenas conducía un vehículo de transporte público.

Desde la Fiscalía solicitaron la prisión preventiva por considerarlo un peligro para lo sociedad, la que fue negada, por lo que el conductor quedó con arraigo nacional y firma quincenal.