En enero pasado una cría de chungungo (Lontra felina) recién nacida llegó con solo 3 semanas de vida a Maitencillo padeciendo una grave deshidratación e hipotermia y un delicado estado de salud que hacían incierta su sobrevivencia.

A 10 meses de haber sido rescatada en Caldera por el equipo de Sernapesca, y tras una rehabilitación a cargo de la Organización de Base Comunitaria (OBC) Chinchimen, esta nutria marina, apodada “Changuita”, ya disfruta del mar, caza sus primeros pescados y mariscos, y comparte con otros animales de su especie preparándose para lo que será su liberación durante este verano en la costa de Chañaral.

OBC CHINCHIMÉN
OBC CHINCHIMÉN

El director regional de Pesca de Valparaíso, Marcelo Arredondo, valoró la alianza y la metodología empleada en la recuperación de esta especie marina protegida en Chile. “Este es un hecho muy positivo de un trabajo público privado, donde una especie como el chungungo se recupera, siendo un animal recién nacido lo vemos hoy haciendo su vida normal”, manifestó la autoridad.

Rehabilitación

Javier Trivelli, presidente de la OBC Chinchimén, recuerda que los primeros 3 días fueron claves para enfrentar la deshidratación e hipotermia de “Changuita”. “Le dábamos leche a disposición abierta cada 15 minutos y luego por 2 semanas cada 1 hora, hasta que después de 1 mes ya no corría peligro y le empezamos a dar alimento y llevarla al mar”, cuenta.

OBC CHINCHIMÉN
OBC CHINCHIMÉN

Añade que “nuestra metodología de rehabilitación es de semi cautiverio, ella pasa en su madriguera cuando no se alimenta y todos los días baja al mar donde aprende a cazar jaibas, pescados, se junta con otros chungungos, entonces cuando la devolvemos al mar cuenta con todas sus habilidades probadas de que es capaz de sobrevivir en su medio”, explica Javier Trivelli.

Chinchimen, mediante su página web y facebook, desarrolla una campaña para recaudar fondos que permitan contar con un centro de rehabilitación de chungungos y con el equipamiento apropiado para atender a ejemplares heridos o asistir, monitorear y delimitar aquellas áreas en que existen madrigueras a fin de conservar esta especie marina protegida.

De acuerdo al registro nacional de Sernapesca, el promedio de varamientos de esta especie es de 4 casos al año (2009-2016), aunque el último año, 2016, se registraron 7 casos.