Luego que la defensa de José Fuentes Cárdenas, condenado por homicidio y lesiones graves, recurriera ante la corte en Valdivia para solicitar la nulidad de la sentencia, la justicia determinó ratificar el fallo impuesto por el Tribunal Oral de Osorno, el que condenó al hombre a 12 años de cárcel.
Recordemos que Fuentes Cárdenas fue detenido tras permanecer prófugo por varios días, luego de ser sindicado como el autor del macabro crimen que terminó con una mujer asesinada y cuyo cuerpo intentó ocultar lanzándolo al interior de una letrina.
El hombre fue llevado a juicio oral, donde el Ministerio Público solicitaba además de reconocer dos delitos, una pena ejemplificadora. Sin embargo, al minuto de conocer el veredicto, fue la defensa del imputado la cual no quedó conforme.
Ello, porque si bien se reconoce en el testimonio del hombre un afán por colaborar en el esclarecimiento de los hechos, el mismo tribunal osornino concluye que su testimonio no fue suficiente como para catalogarlo como una atenuante “muy calificada”.
De esa forma, una vez conocido el fallo en detalle, la defensa que tuvo la representación del imputado, recurrió ante la Corte de Apelaciones de Valdivia, solicitando la nulidad de la sentencia bajo el argumento que en éstas se observaban vicios.
Posteriormente, la Primera Sala del tribunal de alzada, compuesta por los jueces María Soledad Piñeiro, Julio Kompatzki y la fiscal judicial Gloria Hidalgo, dieron curso a la revisión de la instancia, acordando finalmente y a través de un fallo unánime, rechazar la petición de la defensa y ratificar la condena de 12 años de presidio mayor en su grado medio.
Según se pudo acreditar en el juicio, el hombre se encontraba junto a su pareja y la víctima ingiriendo bebidas alcohólicas. De un minuto a otro se originó una violenta discusión entre los dueños de casa que dio paso a una agresión en contra de la primera mujer.
Ante eso, Mónica Mansilla salió en defensa de su amiga, sin pensar que ello bastaría para que Fuentes Cárdenas la atacara brutalmente con un cuchillo, ocasionándole lesiones en el rostro, tórax y abdomen. Heridas que bastaron para quitarle la vida.
