El alcalde de Osorno, Jaime Bertín, desestimó el clima de cuestionamientos que aún persisten sobre los distintas licitaciones por servicios de basura en la ciudad. Críticas que han tenido a la empresa Servitrans en el centro de dicha polémica, sobre todo en el Concejo Municipal.

De acuerdo al jefe comunal, se trata de materias reguladas por ley, por lo que tampoco se puede marginar a una empresa sólo porque a alguien no le guste, existiendo otras instancias de reclamo si es que existen antecedentes fundados sobre alguna irregularidad, las que remarcó, no existen. Como ejemplo de ello apuntó al caso de la postergada construcción del relleno sanitario en Curaco, proyecto que si bien tiene atrasos, se encuentra ejecutándose dentro de procesos absolutamente normales.

De acuerdo a la primera autoridad de la comuna de Osorno, se ha creado un manto de dudas sin mayor fundamento ni claridad, comentando que en tiempos como estos, ad portas de una elección, comienzan a lanzarse opiniones y cuestionamientos que podrían hacer pensar que hay algo malo, cuando no es así, incluso con procesos judiciales encima.

De hecho, reiteró que el municipio si bien es quien ejecuta el proyecto y realizó la licitación que ganó Servitras, no es quien elaboró la iniciativa, lanzando sus dardos hacia el Gobierno Regional y sus procesos, tras la disyuntiva que mantiene con la empresa por una falla geológica que aseguran existe en el terreno donde se levanta el relleno sanitario.

De acuerdo a Bertin, es finalmente el Gobierno Regional quien deberá determinar si seguir ejecutando el proyecto, luego de conocer los resultados del estudio de ingeniería que se realiza en el lugar, financiado por Subdere.

Sobre la solicitud presentada por la empresa Navarrete y Diaz Cumsille Ingenieros Civiles S.A. para anular el decreto de adjudicación a Servitrans de la construcción del relleno sanitario en Curaco, Bertín aclaró que se trata de algo administrativo y no judicial, que pasa directamente sobre su decisión.

No como en el caso del vertedero La Laja, en la provincia de Llanquihue, donde según reveló, ya existiría un fallo judicial que determinó la mala adjudicación de las obras, bajo solicitud de la misma empresa de ingenieros que ha iniciado acciones en el municipio local, de lo cual nada se ha dicho.

Por todo es que reiteró que en el caso del relleno sanitario de Osorno es finalmente el GORE quien deberá tomar la última decisión, no el municipio, sobre si sigue ejecutando el proyecto o se liquida la licitación, que ya lleva 3 mil millones de pesos invertidos.