Hace más de un año que vecinos de Carahue, en La Araucanía, deben comprar agua embotellada para consumir y cocinar sus alimentos, debido a que el agua potable que tienen en sus viviendas emana turbia, de un color amarillento.

Aguas Araucanía, empresa responsable del servicio, explicó que la situación se debe a las concentraciones de fierro y manganeso que se detectaron en la fuente que abastece a la localidad.

Este problema ha perjudicando la calidad de vida de las familias, quienes han visto como sus electrodomésticos se averían y su ropa recién lavada queda manchada. Así lo explicó Olga Saavedra, una de las afectadas.

Producto de esta situación, el Gobernador de la provincia de Cautín, José Montalva, visitó la zona y dijo que el panorama es preocupante, ya que las familias están pagando un servicio que no es bueno.

La autoridad dijo que a través de un oficio, solicitarán que la Superintendencia de Servicios Sanitarios ordene la suspensión del cobro de las cuentas del agua.

Joan Milanka, jefe regional de la Superintendencia de Servicios Sanitarios, aseguró que han realizado una serie de fiscalizaciones a Aguas Araucanía, las que al parecer no han dado resultados.

Mariela Molina, jefa de Comunicaciones de Aguas Araucanía, reconoció el problema y aseguró que el inconveniente se detectó hace más de un año, agregando que la empresa rebajó en un 10% las cuentas del servicio.

Molina dijo que cuando se detectó el problema se comunicaron con la Superintendencia de Servicios Sanitarios para materializar un plan, que entre sus puntos, incluye diseñar un programa de reforzamiento del trabajo en la mantención del sistema de redes y la atención directa de los casos en los que se presente turbiedad.

En tanto, el gobernador de Cautín también solicitará al Servicio Nacional del Consumidor (Sernac) que tome contacto con los afectados para que se analice la posibilidad de presentar una demanda colectiva para compensar el daño que han sufrido.