Los aluviones del 25 de marzo de 2015 destruyeron casi por completo uno de los hoteles de referencia en Chañaral, el Aqua Luna. La primera planta fue enterrada por el barro, que alcanzó los tres metros de altura, y nada quedó de los enseres y mobiliario de este alojamiento familiar.
Lo que en un principio parecía no tener solución, después de más de un año y medio de trabajo, de retirar escombros y remodelar sus instalaciones, el reconocido local turístico ha reabierto sus puertas al público. “Estoy satisfecha, han sido muchos meses de trabajo. Siento que estamos cerrando un ciclo muy doloroso y difícil y abriendo otro con esperanza y fe de seguir adelante y avanzar”, señaló la propietaria, Elsa Cousiño, quien desde que llegó a Chañaral siempre tuvo el sueño de entregar alojamientos de calidad en la zona.
Pero este no es el único hotel al que Elsa le ha sacudido el barro, el agua también inundó otro de sus alojamientos ubicado en el centro de la ciudad. “De un día para otro nos quedamos sin nada, fue muy duro pero nunca pensé en rendirme. Ahora, viendo mis dos hoteles reformados, parece que todo quedó en un mal sueño”, indicó.
Para su rehabilitación, la empresaria hotelera y presidenta de la Corporación de Turismo Sustentable de Chañaral contó con el apoyo de Sercotec, en el marco del programa Reemprende Atacama, reactivando así sus alojamientos en la calle Merino Jarpa.
El intendente regional Miguel Vargas destacó algunos aportes de gobierno a los pequeños empresarios y agradeció “el esfuerzo emprendedor, el trabajo constante y perseverante, particularmente de Elsa y su marido Hernán, que con mucho trabajo han sacado adelante sus proyectos”.
Por su parte, el director regional de Sernatur, Daniel Díaz, destacó la relevancia de tener en Chañaral hoteles que son representativos, con todo un procedimiento de trabajo bastante desarrollado y orientado al turista, “lo que nos permitirá generar una promoción y difusión mucho más clara del destino Chañaral y Pan de Azúcar, demostrando al turista que se puede alojar aquí sin ningún problema y que hay servicios de buena calidad y con buenas ofertas”.
El reabierto Aqua Luna tiene una distribución distinta a la que tenía en 2011, cuando abrió sus puertas, y cuenta con nueve habitaciones y cinco departamentos totalmente rehabilitados y con todas las comodidades, comenzando una nueva etapa de uno de los hoteles más afectados por la catástrofe del 25 de marzo de 2015.
