Con buenos ojos vieron organizaciones de la infancia la promulgación de la ley que sanciona penalmente el maltrato infantil, aunque expertos apuntaron que el Estado debe seguir profundizando en otras formas de violencia que sufren los menores.

Una iniciativa que fue valorada por los expertos que participaron del Encuentro Internacional organizado por Tierra de Esperanza, y cuyo director Ejecutivo, Pedro Canales, apreció de gran manera, ya que desde su perspectiva la “educación jamás debe generar daño. Educación no es sinónimo de castigo“.

Por su parte, la directora del Área Intersectorial del Consejo Nacional de la Infancia, Soledad Larraín, valoró que el mensaje sea de sanción y prohibición de toda forma de castigo corporal, aunque hay países que tras la legislación se demoraron más de 20 años en reducir sus niveles de violencia, por lo que la ley por sí misma, no basta.

El oficial de Protección de la Unicef Chile, Anuar Quesille, destacó el avance que termina con la naturalidad del zamarreo o el coscorrón, por ejemplo, aunque para él se debe seguir trabajando en definiciones aún más claras.

La fórmula clave es el amor, como base; también, comprender que los niños son distintos a las generaciones anteriores, lo anterior basado en su relación con las nuevas tecnologías, lo que los lleva a sentirse y exigir por tal, el ser sujetos de derechos, terminando con la visión que reduce la relación con los menores a la simple protección.