Una joven madre de dos niños pequeños, que vive en Australia, publicó una imagen que se ha vuelto viral, y con la que busca enviar un potente mensaje a otras mujeres que hayan dado a luz recientemente.
En la imagen, se ven dos fotos de ella: una donde se muestra cómo lucía antes de tener a sus hijos (izquierda) y otra donde se ve cómo luce ahora (derecha). Junto a ella, adjunta un largo texto, el que comienza aclarando que “no, esto no es un antes y después tras una pérdida de peso. Pero es una historia sobre una victoria”.
Por medio de la publicación, la mujer llama a las personas a que amen sus cuerpos, no importa la talla que sean o cómo luzcan. Y para enviar este mensaje, relata lo difícil que ha sido para ella llegar a amarse a sí misma.
Sobre la primera fotografía, de antes de tener hijos, comenta que logró tener ese cuerpo tras hacer “la mejor dieta de mi vida. Solía tomar fotografías de mi progreso. Publicar esta foto no estaría mal, porque es como si estuviera en bikini, es aceptado socialmente”.
En ese entonces fotografió su progreso porque significaba que estaba más cerca del peso que quería. “No comía carbohidratos y casi ningún vegetal. Sólo carne. Pero lo amaba porque estaba perdiendo peso muy rápidamente, y mientras más protuberantes eran mis huesos, más me valoraba a mí misma. Terminé odiando la carne y siempre sufría de problemas al corazón (…) Recuerdo que la gente me preguntaba cuál era mi rutina de ejercicios… Me admiraban. ¡Me admiraban! Cambió todo mi closet. Estaba tan orgullosa. Mostraba mi cuerpo”, indica.
Luego, describe la fotografía de la derecha, de después de tener hijos. Al respecto, relata: “La de la derecha soy yo ahora. Con estrías. Un vientre caído. Más gruesa, no tanto huesos protuberantes, sino que más hoyuelos por la celulitis. La gente no quiere ver esta foto. De pronto, no estaba bien mostrar mi cuerpo así. No es placentero para nadie verlo. No es un cuerpo que sea admirado”.
“Las cicatrices y estrías y el vientre están así debido a que fabriqué humanos. Comí un poco más de pastel, tomé un poco más de vino. Hice quequitos a las 9 de la noche y me acurruqué en el sofá con mi esposo. Pero por alguna razón, no amaba este cuerpo. Es triste. Este cuerpo no merecía ropa interior sexy ni nueva ropa. A veces ni siquiera quería tomarme fotos del embarazo porque estaba avergonzada de lo grande que me veía. No admiraba este cuerpo”, añade.
No obstante, luego cambió su perspectiva y se dio cuenta de que ese tipo de pensamiento negativo hacia sí misma era el equivocado.
“Sentía como que la gente me estaba forzando a amar mi cuerpo (…) ¿Pero saben qué? He logrado más con este cuerpo que con el antiguo. He comido más comidas ricas. He vivido más, he dado más, he disfrutado más. He tenido una vida. Este cuerpo -ESTE cuerpo de ahora- debería ser celebrado y admirado“.
Así, concluye que “ahora lo entiendo. Hay que celebrar a todos los tipos de cuerpo. Todos los tipos de cuerpo y todas las historias que involucran esos cuerpos. Por sobre todo, LA personas debería ser celebrada (…) No importa la talla que seas, una talla 6 o una talla 60. Te mereces celebrarlo con ropa interior sexy Y nueva ropa”.
