Las relaciones sexuales son el acercamiento más íntimo que puede tener una pareja, sea estable o casual. Para que funcione como tal, siempre tiene que ser consensuado, en un ambiente seguro y cuidando que los involucrados se sientan cómodos y conscientes de lo que están haciendo.

Dicho lo anterior, la forma en que practicas tu vida sexual pertenece únicamente a tu mundo y es parte de una libertad que nadie puede robarte, sin embargo, algo hay que dejar claro: el sexo no es necesariamente las películas.

Alrededor de la actividad sexual existen muchos mitos y desinformación que no hacen otra cosa que presentarnos al sexo como un escenario en el que todo debe salir perfecto y no hay lugar para equivocaciones o dudas.

Asimismo, si bien la industria del cine romántico y/o porno puede ayudarte a experimentar aspectos que quizá no conocías, lo cierto es que no debe ser en lo absoluto una guía, puesto que de esa forma no contribuirá a nada más que crear inseguridad y falsos estándares que poco o nada tienen que ver con la realidad.

Stokpic (cc)
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Debes saber que lo más importante en una relación sexual es el consentimiento, el respeto y la noción de que puedes ser tan libre como quieras siempre y cuando la otra persona esté de acuerdo con ello.

En este sentido, sobre todo en parejas que ya llevan un buen tiempo intimando, es inevitable relajarse un poco más, y a veces ese ‘relajo’ puede traer consigo uno que otro momento embarazoso que quizá nos haga desear desaparecer.

Y es que precisamente eso es lo que hace esta práctica mucho más natural, esos pequeños “accidentes” como pasar a pegarle un codazo a tu pareja, un calambre, o incluso uno que otro olor que a veces no es tan sexy como aseguran las películas.

Para la terapeuta sexual Laurie Watson, esto es lo más natural del mundo, sin embargo, para evitar al máximo la sensación de pudor o vergüenza, enumeró los “chascarros” más clásicos durante el sexo y, con ello, un consejo para superarlo de la mejor manera.

A través de una columna escrita en el portal especializado Psychology Today, Watson señaló:

1.- Nombrar a tu ex en pleno acto sexual

Sí, es terrible ese momento cuando la otra persona se da cuenta y queda mirándote fijamente a ver si logras darte cuenta en ese microsegundo que te equivocaste.

Para la experta, este tipo de cosas “simplemente pasa”, y aunque es obvio que la otra persona se sentirá incómoda, no debes tomarlo como un gran problema.

¿Qué hacer? Primero que todo, discúlpate. Segundo, asegúrale a tu pareja que es la única persona a la que quieres a tu lado, que simplemente fue un error de ‘cables cruzados’ y que tu relación está totalmente acabada y superada.

Pixabay (cc)
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2.- Expresiones ‘singulares’ al momento del orgasmo

Este es un clásico. Y es que ¿cómo controlar tu expresión cuando estás viviendo, posiblemente, una de las mejores sensaciones que existen? Watson comenta que cuando estamos deshinibidos “la mayoría de las personas arrugan la cara y hacen muecas durante el clímax. Dejarse llevar no significa necesariamente verse bonito”, explica.

¿Qué hacer? Lo mejor es recordar que esto es a todas luces una buena señal. Una mueca rara o incluso un gemido poco común significa que realmente estás inmerso o inmersa en lo que estás sintiendo. Libérate y permítele a tu cuerpo sentir lo que quiera y manifiéstate sin temores frente a eso.

3.- ¡Ups! Se escapó un gas

Otro clásico vergonzoso que, sobre todo en los primeros encuentros, puede ser tan matapasiones como alguien que olvidó bañarse. No obstante, estas cosas pasan, es algo natural y debes tener claro que conforme avance tu relación, más cerca estás de que te de exactamente lo mismo e incluso puedas reír.

La terapeuta insiste en que lo más importante es “estar relajado y sentirse desinhibido, objetivos que son claramente opuestos a la forma en que generalmente reaccionamos ante la flatulencia”.

¿Qué hacer? Es simple, en lugar de avergonzarse, solo ríete del momento. Tómate un segundo, respira y dile a tu yo interior que eres humano y no hay nada que podamos hacer para evitarlo.

4.- Fluidos inesperados

A veces las mujeres que están pasando por la menopausia pueden soltar un poco de orina durante el sexo, al igual que alguien con incontinencia. Si está amamantando puede dejar escapar leche materna, y así. Al igual que el punto anterior, son procesos naturales de nuestro organismo y no deberían ser un gran tema.

Watson es honesta al indicar que sí puede ser incómodo para ambos y que ciertos fluidos pueden ser “poco sexy”, pero que a final de cuentas el sexo es sucio y alocado ¿Qué esperas?.

¿Qué hacer? No dejes que un poco de fluido extra, explica la especialista, te detenga. “Por ejemplo, la orina es estéril y no molestará a nadie y la leche materna es una prueba de excitación”. ¿Qué puede salir mal?

Pexels (cc)
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5.- Visita inesperada de niños

Claramente nadie quiere que un niño te vea en pleno acto sexual y esa imagen quede para siempre en su mente, pero si ocurre, lo mejor es tomarlo con la mayor naturalidad posible, aconseja.

¿Qué hacer? El consejo es claro. Toma una bata y llévalo de vuelta a su cama. Si te pregunta algo, dile que nadie estaba siendo herido, que los papás estaban teniendo un momento de amor y, si el niño es grande, enfatice en su necesidad de privacidad y comente que los padres pueden expresar el amor físicamente y él o ella lo entenderá cuando sea mayor.

6.- Mal aliento

Todos lo experimentan a diario o, al menos, más de alguna vez. Por lo mismo, si tu aliento matutino “mata las pasiones” de tu pareja, simplemente levántate rápido, cepíllate, aplica enjuague bucal y regresa a la cama.

En el caso que no te hayas dado cuenta, y es tu pareja quien te lo pide, no lo tomes mal ni te avergüences. Simplemente ve al baño y cepíllate, se acabó el problema.

¿Qué hacer? Ahora suena un poco obvio pero más allá de la higiene, la experta explica que independiente del lado en que estés, utiliza la amabilidad para expresar aquellas cosas ‘molestas’ de tu pareja, “y no dejes que pequeñas irritaciones amarguen tu momento”.

7.- Problemas de orgasmo: muy pronto, muy prolongado, simplemente no llegó

Lo más importante es saber que si el objetivo del sexo que estás teniendo es el sexo, entonces es probable que te pierdas haciendo el amor y vivas más de alguna incomodidad al respecto.

El orgasmo es una sensación que llega cuando la estimulación alcanza un clímax, para lo anterior lo primordial es el sentir, dejarse llevar, atreverse con la pareja, concentrarse en el disfrute, en los cuerpos y las sensaciones alternas. El orgasmo no tiene por qué ser la cúspide del sexo o un sinónimo de que funcionó.

¿Qué hacer? Ahora bien, si para ti es importante y es algo que te está afectando tanto personalmente como a la pareja hace un buen tiempo, una opción recomendable es buscar un terapeuta sexual, sin embargo, si ocurre ocasionalmente, simplemente vuelve a centrarte en tu placer y el de tu pareja.

Un último consejo de Laurie es que “una vida sexual se desarrolla en el tiempo y tiene altibajos. El mejor seguro para evitar que las experiencias humanas interfieran con el placer, es tener sentido del humor y saber que el sexo puede ser romántico una vez, crudo la próxima vez, y tonto a la siguiente”, señala.

En resumen, lo primordial siempre será la comunicación, el sentirse seguro o segura de que tu pareja te ama y comprometerse con el crecimiento sexual continuo tanto personal como de la pareja, pues solo esto minimizará aquellos momentos incómodos.