Hannah Smothers es una joven de 22 años que vive en Nueva York, y a pesar de que lleva una vida bastante feliz disfrutando de su soltería, durante el pasado mes de febrero llevó a cabo un curioso proyecto que compartió a través de la revista Cosmopolitan.
Su idea fue la de crear un novio falso para aparentar estar en una relación sentimental a través de las redes sociales, justo para el Día de San Valentín. Sorprendentemente admite que fue más fácil de lo que pensó.
“Es demasiado simple, y logra resultados. Considera esto como mi garantía personal”, reconoció la joven. A continuación te contamos paso a paso cómo lo consiguió.
Presentando sutilmente a su pareja
Lo primero que hizo fue presentar de manera sutil a su nueva pareja. Para esto compartió la imagen en Instagram de un sobrio almuerzo para dos personas junto con el texto: “Con mi nuevo amigo”.
“¡Pero en realidad no era un nuevo amigo! Simplemente era alguien que se sentó frente a mi mientras metía una cantidad excesiva de pan tostado a mi boca”, comentó la joven en el artículo publicado en Cosmopolitan. Admite que en este punto nadie le escribió preguntando por la identidad del personaje. “Pero está bien, es sólo el comienzo, hay que tener paciencia”, precisó.
Flores románticas
Posteriormente una compañera de trabajo recibió flores de regalo de una compañía, lo que fue aprovechado por Hannah para hacerles creer a sus seguidores que eran para ellas.
“Pero al parecer subestimé a mis amigos, ya que ninguno pensó que esta publicación significara romance. De hecho una amiga muy cercana del colegio simplemente escribió “abuelita”, porque al parecer pensó que sólo mi abuela era capaz de hacer algo tan dulce”, aclaró.
La clásica imagen de un trago
A mitad de semana Hannah fue invitada por un amigo a salir a un bar de la ciudad, instancia que le pareció perfecta para seguir con su plan. “Unos tragos después de la oficina con mi chico”, escribió en la publicación.
En esta fase sus contactos por fin comenzaron a sospechar sobre el nuevo “romance” de la joven, algo que fue impulsado por una amiga cómplice, quien le dejó tres emoticones felices.
Manos compañeras
Días más tardes subió la imagen en la que se podía ver su mano sujetándose de la barra de apoyo junto a la de su “galán”. “Amor en el tren L”, escribió en la publicación.
Pero la verdad no podía ser más lejana: la otra mano en verdad correspondía a la de un extraño que tan sólo iba a su lado en el vagón mientras regresaba a su casa.
Para el final de esta historia dejó lo mejor: una amiga le comentó que una foto de su novio tomando café había reunido muchos “me gusta”, por lo que Hannah decidió hacer lo mismo.
Sin embargo el personaje de la imagen no era más que un simple desconocido que ni siquiera sabía que estaba siendo fotografiado.
Posteriormente compartió una imagen de ella misma en una “romántica cita”, lo que hizo que muchas de sus amigas comenzaran a pedirle que les contara del galán. Pero en este punto se dispuso a revelar la verdad.
Luego de dar por terminada esta idea tuvo que convencer a su familia de que en la vida real no tenía ningún novio, lo que a su juicio la hizo sentir repentinamente más sola que de costumbre, aunque confiesa que fue lo más divertido que ha realizado en meses.
“Ahora que mi secreto ha sido revelado, es tiempo para que yo y mi novio de Instagram terminemos. Ha sido sumamente amoroso, disfruté muchos los ´me gusta´ que recibimos en esas publicaciones falsas, pero tenemos que avanzar. Es tiempo de seguir. Extrañaba postear mis selfies tradicionales, frente a un espejo”, indicó.
“Los novios de Instagram van y vuelven, pero las selfies son para siempre”, expresó como reflexión final.