Los proyectos presentados de forma separada por Rusia y Estados Unidos para investigar el presunto ataque químico el sábado en Sirio, fracasaron en el Consejo de Seguridad de la ONU luego de ser rechazados y vetados, respectivamente.

Rusia se opuso este martes en el Consejo de Seguridad a un proyecto de resolución estadounidense que preveía crear un mecanismo de investigación sobre el uso de armas químicas en Siria, tras los ataques del sábado en Duma.

El texto estadounidense -aprobado por 12 votos, dos en contra (Rusia y Bolivia) y una abstención (China)- proponía la creación de un nuevo “mecanismo de investigación independiente de Naciones Unidas” (Unimi) sobre el uso de armas químicas en Siria. Este es el veto número 12 de Rusia en la ONU para bloquear una resolución sobre Siria desde el inicio de la guerra en 2011.

Por su parte, el proyecto de resolución presentado por Rusia fue rechazado por el Consejo de Seguridad, que también buscaba determinar los posibles responsables del ataque químico en Duma.

El texto fue aprobado por seis países, siete se manifestaron en contra y dos se abstuvieron. El proyecto ruso remitía al Consejo de Seguridad la decisión final de aprobar o no las conclusiones de una investigación. Países de Occidente han denunciado la falta de independencia de este nuevo organismo que se consideró.

Posibles medidas de occidente

Este enfrentamiento entre Washington y Moscú en la ONU se produce cuando la amenaza de una acción militar occidental en Siria se incrementa.

El presidente estadounidense Donald Trump advirtió que habrá un “gran precio a pagar” por el supuesto uso de gas tóxico en Duma que causó la muerte de al menos 40 personas, según médicos y rescatistas sirios.

Antes de la votación, la embajadora estadounidense, Nikki Haley, dijo que su resolución era “lo mínimo que el Consejo puede hacer para responder al ataque” del sábado.

El embajador ruso, Vassily Nebenzia, acusó a Estados Unidos de “plantear esta resolución” como un “pretexto” para justificar su acción futura en Siria.

“Estamos usando el veto para proteger el estado de derecho internacional, la paz y la seguridad, para asegurarnos de que no arrastren al Consejo de Seguridad a sus aventuras”, alegó Nebenzia.

Doce de los 15 miembros del Consejo respaldaron la medida estadounidense, incluidos Francia, Gran Bretaña, países africanos, Kazajistán y Kuwait. Bolivia y Rusia fueron los que votaron en contra, mientras que China se abstuvo.

En tanto, Estados Unidos, Francia y Reino Unido se encontraban entre los siete países que votaron en contra de la propuesta rusa, argumentando que no crearía un panel independiente para investigar las denuncias de uso de armas químicas.

China respaldó la medida de Rusia junto con otros cuatro países, mientras que otros dos se abstuvieron.

Un proyecto de resolución requiere la aprobación de nueve votos entre los 15 integrantes del Consejo y ningún veto de sus cinco miembros permanentes: Reino Unido, China, Francia, Rusia y Estados Unidos.

Rusia remitió a votación un tercer proyecto que respaldaría una investigación por parte de la Organización para la Prohibición de las Armas Químicas, pero no crearía un mecanismo para identificar a los perpetradores.

Los diplomáticos creían que tampoco se adoptaría esta medida.