Filipinas anunció el viernes haber notificado oficialmente a Naciones Unidas su salida del tratado de creación de la Corte Penal Internacional (CPI), que está investigando la mortal guerra contra las drogas llevada a cabo por el presidente Rodrigo Duterte.

El anuncio tiene lugar días después de que el propio Duterte anunciara que su país abandonaría la corte debido a la investigación preliminar que lanzó el mes pasado tras acusaciones de que su batalla contra el narcotráfico implica crímenes contra la humanidad.

La policía filipina afirma que mató a unos 4.100 presuntos traficantes y consumidores de droga en el marco de esta campaña,
pero los grupos de defensa de los derechos humanos aseguran que el balance es unas tres veces superior y acusan a las autoridades de asesinato.

Filipinas informó en una carta enviada el jueves a la ONU, que auspició las negociaciones para la creación de la CPI, de su retirada del Estatuto de Roma.

“La decisión de retirarse es una posición de principio de Filipinas contra quienes quieren politizar y militarizar los derechos humanos”, afirmaba la carta.

Oficialmente, para abandonar la corte se requiere un preaviso de un año y según expertos el hecho de retirarse no impide que se investiguen los presuntos crímenes, que han suscitado preocupación a nivel internacional.