La cancillería boliviana calificó este lunes de “apresurada” y salida de control, la reacción del nuevo gobierno de Brasil que criticó la decisión de La Paz de llamar en consulta a su embajador, tras la destitución de Dilma Rousseff.

El ministro David Choquehuanca señaló a la Agencia AFP que “son apresuradas las declaraciones de nuestro hermano canciller” de Brasil, José Serra, quien señaló que Bolivia usa el conflicto político brasileño para distraer a su población de los problemas internos y que La Paz se dio un “tiro en el pie”, al llamar a su embajador a consultas.

Bolivia criticó la destitución de Rousseff y se unió en coro a otros países que integran el ALBA, como Venezuela, Ecuador y Nicaragua, que expresaron su rechazo al proceso parlamentario que sacó del poder a la ahora exmandataria.

“Yo no sé, por qué estas declaraciones, todos los presidentes pueden llamar a sus embajadores en consulta, porque quieren tener información directa”, señaló el jefe de la diplomacia boliviana, quien aclaró que su gobierno no retiró a su embajador en Brasilia, como lo hizo Venezuela.