Uno de los primeros casos que conocimos cuando comenzó Nadie está libre, fue el de  Michaela Fernández, una estudiante de derecho de 20 años y madre de un niño de cuatro, al que solía dejar al cuidado de su mamá mientras ella salía de “carrete”.

Preocupada por el comportamiento de su hija, Gabriela Mais, madre de Michaela, decidió inscribirla en el programa para intentar ayudarla.

Parten en las previas con los combos de piscola y se van a la una de la mañana a bailar cuando ya están curados, lo he visto de una forma excesiva. Y los papás les pasan los medios autos porque no tienen idea. Alguien tiene que dar la cara y fui yo“, explicó a  LUN en ese momento.

Canal 13
Canal 13

Pero al parecer Michaela no era la única que le causaba problemas, pues la mujer volvió al programa pero está vez con su hijo Matías de 21 años. 

El joven tenía serios problemas con las drogas y además robaba a su madre para poder continuar con sus adicciones, llegando incluso a sacarle dos millones de pesos.

Para colmo, también era aficionado a la velocidad, por lo que participaba en carreras de autos.

Canal 13
Canal 13

Pero al parecer, la aparición de sus hijos en el programa tuvo buenos resultados, pues según contó en su momento Michaela habría entrado en razón y se estaría preocupando de su hijo. Mientras que Matías está en tratamiento para solucionar sus problemas.