En el concierto del Teatro del CEAC de la Universidad de Chile, bajo la dirección de Vicente Larrañaga, la Sinfónica de Chile (OSCH) interpretó un programa que incluyó las obras “Tres formas sobre una nube” de Felipe Alarcón y “La Retórica de Aristóteles, Suite para orquesta, no. 380” de Andrián Pertout, ganadoras del concurso de piezas sinfónicas que abre anualmente el certamen, además de “Lontano” de György Ligeti y la “Suite Latinoamericana” de Luis Advis.

Fue un cierre en grande. Desde hace unos años, el Festival Internacional de Música Contemporánea de la Universidad de Chile concluye con un evento artístico importante, masivo y gratuito. Esta vez no fue la excepción, por eso la jornada final contó con la Orquesta Sinfónica de Chile, dirigida por Vicente Larrañaga, estrenando dos piezas de compositores nacionales y además presentando dos importantes obras de György Ligeti y Luis Advis.

La noche del pasado viernes, el programa arrancó con Tres formas de una nube, del compositor Felipe Alarcón. Esta pieza fue seleccionada a través del concurso de obras sinfónicas que anualmente realiza el certamen. A días del estreno, su autor declara sentirse profundamente afortunado de que haya sido elegida. “Nunca pensé que sucedería”, cuenta.

Tres formas de una nube fue escrita entre 2015 y 2016 y en palabras de su autor “trata de establecer un discurso a partir del sonido mismo y no sobre una representación o discurso desde la poesía, ya sea hablada o escrita”.

“La obra se separa en tres movimientos (o formas) que nacen a partir de un solo motivo principal, que por cierto varía dentro de la misma. Estos tres movimientos los comparé con la manera en que una nube sufre sus distintas transformaciones a través del tiempo (y, en el caso de la nube como fenómeno, el espacio), donde además la forma que ella tiene depende meramente de quien la mire, en que momento y en qué lugar, el estado emocional que el sujeto tenga en el instante tal, etcétera”, detalla Felipe.

Ésta es su primera obra sinfónica, motivo por el cual destaca la valiosa experiencia que el Festival le ha entregado. “Ha sido un agrado poder trabajar con un elenco de este nivel. Agradezco profundamente a los músicos de la Orquesta su gran disposición y profesionalismo tanto con mi pieza como las demás obras que se interpretarán este viernes. Además este es el estreno de mi primera obra sinfónica, que de seguro no será la última”, sentencia.

Quien también estrenó una obra en la jornada de clausura del Festival es Andrián Pertout, músico y compositor que ha realizado su carrera mayoritariamente en Australia. Llegó a Chile por séptima vez para presentar La Retórica de Aristóteles, Suite para orquesta, no. 380, también ganadora del concurso de obras sinfónicas del certamen.

Retórica de Aristóteles es una obra de siete movimientos para orquesta basada en los escritos del filósofo griego Aristóteles (384-322 BC). Cada movimiento representa los siete conjuntos de emociones opuestas que se indican en El Arte de la Retórica: la ira y la calma, la amistad y la enemistad, el miedo y la confianza, la vergüenza y la desvergüenza, la bondad y la crueldad, la compasión y la indignación, la envidia y la emulación.

“La estructura organizadora consta de siete movimientos, con 1, 3, 5 y 7 utilizando los recursos orquestales completos, mientras que 2, 4 y 6 se limitan principalmente al latón, cuerdas y madera, respectivamente.”, dice el compositor.

Además, el programa incluyó Lontano de György Ligeti y la Suite Latinoamericana de Luis Advis.