Con famosos coros y arias de ópera, pertenecientes a obras de Verdi, Puccini, Mascagni y Leoncavallo, la Orquesta Sinfónica de Chile comenzó a celebrar sus 75 años de vida en el Teatro del CEAC de Plaza Baquedano, a la vez que dió la partida al Festival de Verano 2016.

La velada, que fue acompañada del Coro Sinfónico de la Universidad de Chile, que conduce Juan Pablo Villarrroel, fue dirigida en forma sobria y precisa por el joven director asistente de Leonard Grin, el hispano americano François López- Ferrer.

“La Traviata”, “Nabucco”, “La Boheme”, “Madama Butterfly”, “Tosca”, “Cavalleria Rusticana”, “Pagliacci”, “Otello” y “Aida”, fueron parte de las obras que la Orquesta y Coro ofrecieron, junto a las brillantes participaciones de la soprano Paulina González y del tenor José Azocar, como solistas invitados, que -a la postre- se convirtieron en las figuras estelares de la presentación.

Diego Matte, Director del Centro de Extensión Artística y Cultural de la Universidad de Chile, CEAC, indicó que “Con este concierto, en que se interpretaron las arias y coros más famosos y bellos de óperas de Verdi y Puccini, entre otras, se conmemoran 75 años del primer concierto que la Orquesta Sinfónica Nacional realizó luego de su creación en 1941”. Junto a él, solemnizó esta velada con su presencia, el Vicerrector de Asuntos Estudiantiles de la Universidad de Chile, Juan Cortés Araya.

El concierto, denominado “Noche Italiana” fue definido por López-Ferrer, quien ha tomado la batuta de La Sinfónica durante el mes de enero, como algo característico de la ópera italiana: “la importancia de la pronunciación y exageración del drama. Si es un dueto de amor a primera vista o un sólo acerca de la vergüenza de un payaso, esta música siempre nos atrapa el alma de tal manera que no se puede ignorarla. Espero que hayamos podido transmitir esta sensación al público, tanto si conocen las obras enteras o como si escuchan las selecciones por primera vez”.

El concierto fue el primero de tres programas contemplados dentro del Festival de Verano 2016, el que continuará los días viernes 22 y sábado 23 con obras de Dukas, Bizet, Ravel y Franck, finalizando el jueves 28 y viernes 29, con obras de Dvorak, Mendelssohn y el Concierto para bandoneón “Aconcagua”, del argentino Ástor Piazolla, el que será interpretado por el acordeonista neozelandés Grayson Masefield.

Esta primera presentación, que contó con un público entusiasta y conocedor, tuvo a ratos ribetes espectaculares, que fueron fiel expresión de la que es la ópera hoy en día, “un drama musical escenificado, en el cual el canto cumple un rol protagónico”.

Partamos por señalar que la orquesta demostró estar en un excelente nivel para afrontar el 2016. Cumplió una excelente labor de apoyo y se lució plenamente en las interpretaciones de las Oberturas de “La Fuerza del Destino” y de “Las Vísperas Sicilianas”, de Verdi.

La soprano Paulina González en pleno camino a la consagración, destacó por sus depuradas versiones para las arias “Taceo la notte placida” de “El Trovador” de Verdi y “Si mi chiamano Mimí”, de “La Boheme” de Puccini. El veterano tenor José Azócar, que ha venido destacando en las últimas temporadas líricas del Municipal, aportó la emoción a un canto pleno de matices, sobresaliendo en conocidos temas operáticos como “E lucevan le stelle” de “Tosca” de Puccini y “Vesti la giubba” de “I Pagliacci” de Leoncavallo.

Por último, el Coro Sinfónico, fue gran aporte a lo largo de la velada, siendo lo mejor su intervención en el coro religioso “Inneggiamo”, de “Cavallería Rusticana” de Mascagni, junto a la soprano Paulina González