Tras ocho meses de investigación, la Comisión Caval de la Cámara de Diputados aprobó el informe final de la instancia, votación que fue unánime gracias a un inédito acuerdo político de los integrantes de la instancia.

Las conclusiones de la comisión sindican a Caval como “una suerte de empresa de lobby”, acusando a la nuera de la presidenta, Natalia Compagnon, de tráfico de influencias para efectuar negocios como los investigados por la Fiscalía en Machalí.

En conversación con Podría ser peor, Juan Luis Castro, diputado del PS y miembro de la Comisión Caval, indicó que una de las reflexiones realizada en estos 8 meses de trabajo es cómo fue posible que gente usara y abusara con el nombre de Bachelet para hacer un negocio especulativo, montar una empresa de papel dedicada al lobby para obtener un fin lucrativo y especulativo sobredimensionado que pasó por arriba de todas las leyes de la República.

Asimismo, agregó como otra conclusión, que este caso le cometió un daño político a la presidenta que aún no se acaba y que las contradicciones en las declaraciones de Compagnon y Sebastián Dávalos son antagónicas unas con otras. Además, indicó que pese a que la mandataria no tiene responsabilidades en este tema, le siguen llegando los coletazos y secuelas hasta el día de hoy.

“Tengo claro que los responsables directos tal vez debieron haber hablado claro y fuerte desde el principio, si Compagnon y Dávalos hubiesen dicho toda la verdad desde el inicio, nos hubiésemos ahorrado, tal vez, una historia menos dramática que la que hemos tenido”, dijo.

Además, señaló que extraña que el Gobierno no pronunciara una autocrítica para que la administración de Bachelet se hubiese deslindado mejor de las responsabilidades de quien fue director sociocultural de La Moneda.

Explicó que esta seguidilla de versiones no son creíbles y que le restan veracidad a lo pronunciado por Compagnon y Dávalos.

Escucha la entrevista completa realizada por Julio César Rodríguez en Podría ser peor: