El Gobierno ingresará este miércoles una indicación sustitutiva al proyecto de Reforma Laboral que flexibiliza la idea de prohibir el reemplazo en huelga, adecuando las condiciones para que los trabajadores no sindicalizados puedan ser reorganizados por el empleador.

Indicación sustitutiva que a juicio de partidos como la Democracia Cristiana pretende dar ciertas garantías a las empresas más pequeñas y busca evitar una paralización absoluta de éstas.

Punto central que podría significar el rechazo del proyecto desde algunos sectores de la Nueva Mayoría, como el MAS, desde donde su presidente Alejandro Navarro, advirtió que no cumplir estos compromisos podría significar un punto de quiebre.

Advertencia que se suma a lo ya decidido por el Partido Comunista. El presidente de la colectividad, Guillermo Teillier, dijo que rechazarán todo lo que no se enmarque en lo acordado en la Cámara de Diputados.

Desde la Democracia Cristiana consideraron que hay cercanía a un acuerdo. El presidente de la colectividad, Jorge Pizarro, dijo que si la concordancia no se logra, se deberá votar igual el proyecto tal como está, con la idea de cumplir los plazos.

Cuadro complejo para el Gobierno, con una de sus reformas mejor evaluadas. Un proyecto que el oficialismo pretende despachar en el mes de enero.