Qué es lo que deberían hacer con su tiempo “libre” los escolares es un tema debatido ampliamente y que cada cierto tiempo retoma importancia. ¿Debería la educación formal limitarse a las horas de colegio? ¿Cuándo pueden practicar deporte o desarrollar hobbies los menores? ¿Perjudica al resto de la familia el que un niño deba llegar al hogar a cumplir con varias horas de tareas?

Las anteriores son algunas de las dudas que se tratan de responder hoy en España. El debate educativo ha sido encendido por Eva Bailén, ingeniero en telecomunicaciones y madre de tres niños , transformada en personaje público tras publicar una petición para racionalizar la asignación de deberes escolares en Change.org.

Change es una plataforma de peticiones donde cualquiera puede representar una causa, volverla pública y conseguir apoyo de todo tipo para mejorar el mundo un paso a la vez. Pueden encontrarse solicitudes individuales de personas que necesitan una operación, como también campañas en búsqueda de despidos y sanciones a autoridades corruptas.

Según la OCDE, la media española es de 6,5 horas semanales asignadas a menores con el sólo objeto de realizar tareas en su casa. Conforme a las mismas cifras, en Chile el promedio es de 4 horas semanales.

Eva Bailén / Google +

Eva Bailén / Google +

La visión de Bailén

Esta apoderada solicita que se reglamente la asignación de deberes, no la abolición de estos. En su petición considera que existe descoordinación en las instituciones a este respecto: “Dependiendo del profesor hay diferencias (…) Cuando esto ocurre, el niño que se ve en esa situación no comprende por qué él o ella no puede jugar, descansar o estar con sus padres, mientras sus hermanos y/o hermanas sí”. También, considera, los profesores no hablan el tema entre sí y muchas veces sobrecargan a un curso por desconocer si existen más tareas asignadas por sus colegas.

Cuando se genera un exceso de deberes, Bailén asegura que se crea frustación en el niño que no puede descansar lo necesario, perjudicando la calidad de su desempeño escolar. “Puede llegar a presentar síntomas de ansiedad y necesitar asistencia psicológica”, dice.

Además, la profesional española, afirma que tras estas tareas muchas veces no existe justificación pedagógica, pues varias de ellas son mecánicas, repetitivas y “difícilmente fomentan competencias” Aprender a aprender, competencias sociales y cívicas, sentido de iniciativa y espíritu emprendedor, son algunas de las referidas.

Bailén advierte además, que finalizar ejercicios recomendados y/o temarios de libros de textos, podría significar a un niño más horas de esfuerzos que las propias horas lectivas en el colegio. “Lo realmente importante debería ser enseñar mientras se respeta el ritmo de los niños, sus necesidades de juego y de descanso y su bienestar emocional”.

Debe tenerse otro riesgo en cuenta según la solicitud de Eva, los potenciales conflictos en la vida familiar que provocan los deberes abusivos. Según lo expresado, quitan tiempo al desarrollo de actividades realizadas en conjunto, especialmente si se suman o coinciden con casos de jornadas laborales largas en los padres.

“Aquí los deberes siempre se piden de hoy para mañana, y hay veces que, como padre, llegas a casa del trabajo y te encuentras que no puedes hacer nada con tus hijos porque tienen que estudiar”, dijo a la cadena británica BBC. A esto debería sumarse lo injusto de las circunstancias para aquellos niños que no disponen de la ayuda de sus padres o d apoderados, por cualquier circunstancia.

Davide Novelo  (CC) Flickr

Davide Novelo (CC) Flickr

Según el Programa para la Evaluación Internacional de Alumnos, perteneciente a la OCDE, el promedio mundial de tiempo asignado a tareas para menores es de 5 horas semanales, una más que en Chile y una menos que en España.

Para Daniel Salinas, investigador de la institución mencionada, el tema es delicado, pues no cree que existan verdades absolutas. Afirma que es un hecho comprobado la influencia que sobre las calificaciones del menor tienen las horas de tareas: “existe una correlación entre las horas que uno dedica a hacer deberes y el aumento en el puntaje de las pruebas”.

Sin embargo, “llega un momento que hacer demasiados deberes deja de tener un efecto positivo. Después de cuatro horas a la semana, seguir agregando horas tiene un efecto poco importante”, advierte Salinas.

Sobre este debate, José Miguel Campo Rizo, parte del Colegio Profesional de la Educación de Madrid, confirma los riesgos de que la asignación de tarea no esté regulada. “Hay un vacío legal que deja a juicio del profesor o del centro educativo el tipo y la cantidad de tareas que le mandan a un niño”, apuntó.

A pesar de lo anterior, Campo no cree que la petición de Bailén tenga éxito, pues la misma atenta contra “el principio constitucional de libertad de educación”.