La intervención militar coordinada por Arabia Saudita en Yemen ha ralentizado el avance de los rebeldes chiitas y sus aliados en este país, donde Al Qaida siguió aprovechando el caos y tomó el control de una importante base militar en el sureste.

El Consejo de Seguridad de la ONU se reunirá este sábado para examinar una propuesta rusa de “pausa humanitaria en los ataques aéreos” de la coalición internacional por el creciente número de víctimas civiles que causan.

El reino sunita saudita lanzó el 26 de marzo con otros ocho países árabes la operación “Tormenta decisiva” para impedir que los rebeldes chiitas hutíes tomen el poder y que Irán extienda su influencia en la región.

Durante el noveno día de bombardeos de la coalición y aprovechando el descalabro de las estructuras del Estado, Al Qaida en la Península Arábiga (AQPA) hizo una demostración de fuerza y tomó el cuartel general y el puerto de Mukala, capital de la provincia de Hadramut.

Centenares de combatientes de AQPA fueron desplegados en Mukala, donde viven más de 200.000 personas. Sólo escapa a su control por ahora el aeropuerto y algunos campos militares de la ciudad, según una fuente militar.

La víspera, este grupo liberó a 300 detenidos de la prisión central y según varios habitantes lanzaron “llamamientos a la yihad” contra los chiitas.

Los hutíes y Al Qaida, enemigos jurados pero ambos hostiles al presidente en el exilio Abd Rabo Mansur Hadi, se enfrentan desde hace meses.

- Los hutíes retroceden -

Sometidos nuevamente este viernes a los intensos bombardeos de la coalición árabe en Adén (sur), los rebeldes hutíes y sus aliados, militares fieles al expresidente Ali Abdalá Saleh, tuvieron que retirarse del palacio presidencial, del que se habían apoderado el jueves.

“Los milicianos hutíes y sus aliados se han retirado antes del amanecer del palacio de Al Maashiq (…) después de los ataques aéreos de la coalición”, dijo a la AFP un responsable, que pidió el anonimato.

Los hutíes se enfrentan además en tierra a los “Comités Populares”, una fuerza paramilitar que apoya a Hadi, exiliado en Arabia Saudita.

Este reemplazó en 2012 a Saleh, quien tuvo que dejar el poder por una revuelta popular, y ahora es sospechoso de apoyar a los chiitas en su ofensiva para imponerse en el país.

- Armas y víveres en paracaídas –

En Riad, el general Ahmed Asiri, portavoz de la coalición, declaró que “no había que apresurarse” en la ofensiva. “Nueve días no son tantos”, dijo, asegurando que “las milicias fueron derrotadas” en Adén, teniendo que “acantonarse en algunas zonas”.

En la noche del jueves al viernes, la coalición árabe lanzó con paracaídas víveres y medicamentos para los habitantes de Adén, que sufren una gran carestía de productos de primera necesidad.

También fueron lanzadas armas y municiones, incluidos kalashnikovs, fusiles y material de telecomunicaciones, según una fuente portuaria.

Asiri confirmó el lanzamiento “de un apoyo logístico de todo tipo”.

En dos semanas, con el avance de los chiitas hacia Adén, los combates dejaron 519 muertos y cerca de 1.700 heridos, indicó la responsable de operaciones humanitarias de la ONU, Valerie Amos, quien se dijo “extremadamente preocupada” por la seguridad de los civiles.

Paralelamente, dos guardias fronterizos sauditas murieron el viernes por disparos procedentes de Yemen, anunció el ministerio del Interior.