El alto el fuego en el este de Ucrania peligraba este lunes, mientras Kiev acusaba a los separatistas prorrusos de seguir combatiendo y ambos bandos afirmaban que no retirarán las armas pesadas del frente, contrariamente a lo previsto en los acuerdos de Minsk.

“Por el momento no se trata de retirar las armas pesadas. ¿Cómo pueden retirarse las armas si los rebeldes intentan atacarnos con tanques y nos disparan en permanencia?”, señaló el portavoz Vladislav Selezniov.

Un responsable militar separatista afirmó que los rebeldes tampoco retirarán las armas pesadas. Esto “sólo se puede llevar a cabo bajo ciertas condiciones y, en particular, el cese total de los disparos”, declaró Eduard Basurin, que acusó al ejército ucraniano de tirar contra el aeropuerto de Donetsk.

Los acuerdos alcanzados el jueves en Minsk preveían un alto el fuego, que entró en vigor el sábado, y la retirada de las armas pesadas del frente, este lunes a la misma hora.

Pero, mientras los observadores internacionales aseguraban que la tregua había sido ampliamente respetada, seguían los bombardeos sobre Debaltseve, una ciudad estratégica que conecta por ferrocarril los bastiones separatistas de Donetsk y Lugansk.

Miles de soldados ucranianos están atrapados en esa localidad, rodeados por los rebeldes prorrusos, algunos de los cuales declararon a la AFP que esperan una orden para lanzar una ofensiva.

Estos últimos “retomaron los bombardeos” este lunes y destruyeron la comisaría de Debaltseve sin causar víctimas, aseguró en Facebook un responsable del gobierno regional, Viacheslav Abroskin.

Los periodistas no pudieron acceder a la ciudad para confirmar lo ocurrido.

Observadores de la Organización para la Seguridad y la Cooperación en Europa (OSCE) aseguraron que intentarán entrar en Debaltseve este lunes, después de que los separatistas les impidieran el acceso el domingo.

El ministro ucraniano de Relaciones Exteriores, Pavlo Klimkin, acusó a los separatistas de no respetar lo pactado en Minsk. “Nosotros y las fuerzas armadas ucranianas respetamos plenamente el alto el fuego pero, desgraciadamente, hemos sufrido 112 ataques por parte de los terroristas de Donetsk y Lugansk, en las últimas 24 horas”, declaró

Otro portavoz militar, Dmitro Chali, indicó, por su parte, a la AFP que al menos cinco soldados ucranianos murieron y 22 resultaron heridos por fuego rebelde en el pueblo de Chirokin, cerca de la ciudad costera de Mariupol, desde el inicio del alto el fuego.

Los acuerdos de Minsk, conseguidos tras arduas negociaciones en las que participaron Ucrania, Rusia, Alemania y Francia, intentan poner fin a un conflicto que ha causado casi 5.500 muertos en 10 meses.

Nuevas sanciones

Mientras crecía la tensión en el este de Ucrania, la Unión Europea publicó el lunes una nueva lista negra de personas y entidades sancionadas por su papel en el conflicto, en la cual figuran dos viceministros rusos de Defensa, Arkadi Bajin y Anatoli Antonov.

En la lista figuran otros tres rusos, incluidos dos diputados, y 14 altos cargos políticos y militares de las autoproclamadas repúblicas de Donetsk y de Lugansk. La UE bloqueará sus cuentas y no podrán entrar en territorio comunitario.

Los ministros europeos de Relaciones Exteriores decidieron estas nuevas sanciones el mes pasado, pero se aplazó su aplicación para no perjudicar las negociaciones de paz del pasado jueves en Minsk.

“Subrayamos la incoherencia y el carácter ilógico [de las sanciones]. Cada vez que hay una esperanza de solucionar la crisis ucraniana interna, Bruselas se apresura en introducir nuevas restricciones antirrusas”, reaccionó el ministerio ruso de Relaciones Exteriores, en un comunicado.

Rusia ha negado en numerosas ocasiones haber enviado tropas y armas pesadas a los separatistas prorrusos, a pesar de las acusaciones de los países occidentales. La UE y Estados Unidos impusieron sanciones económicas a Moscú que, junto a la caída del precio del petróleo, contribuyeron a hundir la economía rusa, que entró en recesión.