Venezuela registró una inflación de 68,5% durante 2014, la más alta de América Latina, informó este viernes el Banco Central en su página web.

El crecimiento de los precios fue considerablemente mayor respecto al año 2013, cuando la tasa inflacionaria había sido de 56,2%, según datos oficiales.

El aumento de los precios fue superior incluso a la previsión anunciada por el presidente Nicolás Maduro, quien dijo en su discurso de fin de año que la inflación se proyectaba en 64%.

En diciembre de 2014 el aumento de los precios fue de 5,3%, destacando el alza de 7,5% en los precios de alimentos y bebidas no alcohólicas.

Asimismo la categoría de restaurantes y hoteles tuvieron un incremento de 7,4% en sus precios en el último mes de 2014, mientras que bebidas alcohólicas y tabacos elevaron 6,6% sus precios.

La ciudad con mayor encarecimiento en los precios al consumo fue Valencia (centro) con 78,5%. Caracas tuvo un crecimiento de los precios de 64,7%, según los datos del Banco Central.

El gobierno venezolano ha atribuido el salto de los precios a un plan desestabilizador de empresarios y políticos de derecha, afirmando que hay una “inflación inducida”.

No obstante, economistas y analistas señalan que la política fiscal, monetaria y cambiaria del gobierno de Maduro, a través del financiamiento monetario del déficit, ha sido un combustible para la inflación.

Aunado a ello la caída de las importaciones de rubros básicos, en un país que depende de la compra de alimentos y medicinas en el exterior, se traduce en una escasez reportada en al menos un tercio de los productos fundamentales y en su consecuente aumento de precios.