La Dirección Regional de Gendarmería informó a la justicia que en el último caso por supuesto maltrato al interior del penal Bío Bío fue el preso el que se produjo las heridas. La denuncia de la Defensoría es tramitada por la Corte de Apelaciones penquista a través de un recurso de amparo.

El interno Alberto Cortés Pérez aseguró al defensor Omar Castro que fueron gendarmes quienes lo dejaron sangrando, con una rotura de tímpano y contusiones en las costillas.

Por eso es que el defensor penitenciario interpuso un recurso de amparo, pidiendo oficiar a Gendarmería para que termine con las golpizas, así como que ordene el traslado del reo desde el penal Bío Bío a la cárcel de Chillán.

El director regional del organismo, coronel Pablo Toro, informó sin embargo al tribunal de alzada que había sido el propio Cortés quien se golpeó contra una puerta, cuando se oponía a un allanamiento que realizaban gendarmes en el módulo 44.

Para confirmar o descartar lo señalado por Gendarmería es que se ordenó que peritos del Servicio Médico Legal se pronuncien sobre los daños físicos sufridos por el preso, informe que es esperado para un fallo de la Corte en el recurso de amparo.

A la luz de lo denunciado por la Defensoría en este último caso de maltratos físicos, en cuanto a que hay una violación sistemática de los derechos humanos de los presos en el penal Bío Bío, es que el Instituto de Derechos Humanos analizaría la presentación de una nueva querella por apremios ilegítimos ante el Ministerio Público.