El jefe de los islamistas somalíes shebab, Ahmed Abdi “Godane”, murió durante un ataque aéreo del ejército estadounidense el lunes al sur de Mogadiscio, Somalia, anunció este viernes la Casa Blanca.

La muerte de Godane “es una pérdida mayor desde el punto de vista simbólico y operacional para la más importante de las ramas de Al Qaida”, subrayó el comunicado de la administración del presidente Barack Obama.

Josh Earnest, portavoz de la Casa Blanca, dijo que la operación era “el resultado de años de labor de los servicios de inteligencia, del Ejército y de las fuerzas de mantenimiento del orden”.

La operación, realizada por fuerzas especiales estadounidenses con la ayuda de drones y aviones, tuvo lugar el lunes y su objetivo era una reunión de altos dirigentes shebab, en la que participaba “Godane”, había explicado el martes el Pentágono.

Misiles Hellfire y armas guiadas por láser “destruyeron un campamento y un vehículo” al sur de Mogadiscio, agregó, destacando que ningún soldado norteamericano había participado en tierra en la operación.

“Aunque se trata de un avance crucial en la lucha contra los shebab, Estados Unidos continuará recurriendo a todas las herramientas a su disposición –financieras, diplomáticas, militares y de inteligencia– para enfrentar la amenaza que representan los shebab y los demás grupos terroristas para Estados Unidos y el pueblo estadounidense”, destacó la Casa Blanca.

Obama, se refirió al tema hablando en Gales después de la cumbre de la OTAN, luego de saber los resultados de la incursión del Pentágono en el marco del esfuerzo aparte de su administración por combatir a otro grupo radical musulmán el Estado Islámico (IS), tras días de críticas por la falta de estrategia definida contra los calificados grupos terroristas.

“Vamos a debilitar y en última instancia derrotar (al EI), de la misma manera que hemos ido detrás de Al Qaida, de la misma manera que hemos ido por la filial de Al Qaida en Somalia”, dijo Obama.

El mandatario estadounidense venía siendo criticado por la admitir la semana pasada que todavía no tenía una estrategia para luchar contra el EI en Siria y por el lenguaje impreciso desde que se había comprometido a eliminar o controlar al grupo, antes de manifestar finalmente el viernes la frase “debilitar y destruir.”

El asesinato de Godane permitió al presidente doblar la lucha contra el Estado Islámico en lo que la Casa Blanca dice que es una estrategia exitosa y más amplia para combatir el extremismo islámico, que incluye esfuerzos para abatir a los líderes de los grupos radicales.

El Pentágono había previamente anunciado el ataque en Somalia pero no fue capaz de confirmar si Godane había muerto antes del viernes.

El presidente de Somalia, Hassan Sheikh Mohamud, agradeció a Estados Unidos por la acción, y llamó a los combatientes shebab a deponer sus armas.

Funcionarios estadounidenses no especificaron cómo se confirmó la muerte de Godane, pero en casos similares en el pasado, las agencias de inteligencia de Estados Unidos han presentado muestras de ADN y también información obtenida a través de espionaje.

Estados Unidos había calificado a Godane como uno de los ocho primeros fugitivos terroristas del mundo y analistas dicen que su muerte marca un revés devastador para las fuerzas shebab.

Godane, de 37 años, quien habría sido entrenado en Afganistán con los talibanes, se hizo cargo de la dirección del grupo en 2008 después de que el entonces jefe Adan Hashi Ayro fuera ultimado en un ataque estadounidense con misiles.