Como una medida para mejorar la calidad y la pertinencia calificó el vicerrector Académico de la Universidad Católica Silva Henríquez (UCSH), la resolución de no hacer obligatorios los exámenes finales y aprobar el ramo con una nota 4.0. El presidente del Consorcio de Universidades del Estado valoró la autonomía de los planteles, pero consideró bajo el promedio de nota para eximirse.

Si se toma en cuenta toda la discusión que se ha generado en torno a los proyectos de ley que ha impulsado el Gobierno en materia de educación, así como las críticas que apuntan a una falta de iniciativas que mejoren la calidad, al menos llama la atención la decisión que adoptó la UCSH de eliminar la obligatoriedad de rendir exámenes finales a quienes obtengan la nota mínima de aprobación, equivalente a un 4.0.

Esta normativa, a la que tuvo acceso en exclusiva Radio Bío Bío, comenzó a regir este año, luego de que fuera aprobada por el Consejo Universitario en noviembre pasado, y donde en el artículo 20 del reglamento para estudiantes de pregrado se establecen dos modalidades para el examen final.

Para quienes obtengan nota 4.0, será opcional su rendición y sólo lo darán aquellos que quieran mejorar su promedio.

En tanto, seguirá siendo obligatorio para aprobar el ramo, en el caso de los estudiantes que obtengan promedio entre un 3.5 y 3.9.

Esta medida, según el vicerrector Académico del plantel, Manuel Pérez, apunta a mejorar la calidad y la transparencia de los procesos.

Sin embargo, de acuerdo a fuentes de La Radio, esta medida causó fuerte rechazo en los académicos y estudiantes de Derecho, lo que obligó a la universidad a aprobar una reglamentación específica para esa carrera.

En palabras del vicerrector Académico, fue producto de la visión tradicionalista que tienen los docente que imparten esa carrera, que en su caso se mantendrá la obligatoriedad de rendir el examen final, pero sólo para la cátedras de Introducción al Derecho, Derecho Civil y derecho de Daños, Derecho Constitucional, Derecho Penal, Derecho Procesal, Derecho Administrativo, Derecho Laboral y de la Seguridad Social, y Derecho Comercial.

Según el presidente del Consorcio de Universidades Estatales, Aldo Valle, si bien no conoce en detalle las razones que tuvo la universidad para adoptar esta medida, resaltó la autonomía que tienen los planteles, aunque considera bajo el promedio para eximirse.

El rector de la Universidad de Chile, Ennio Vivaldi, no pone en duda los criterios que tuvieron en la U. Silva Henríquez para implementar tal medida, indicando que hay que ver el nivel de exigencia que tienen las cátedras, pero dejando claro que no es una iniciativa que aplicaría en el plantel.

De acuerdo a los datos de la Comisión Nacional de Acreditación, la certificación de la Universidad Católica Silva Henríquez vence en noviembre de 2016. Sin embargo, en la resolución pide al plantel que ponga atención en el comportamiento de la matrícula, la titulación y la tasa de retención, ya que se observa una baja de esos índices.

Sobre este último punto, el director del Centro de Políticas Comparadas de Educación de la Universidad Diego Portales, Ernesto Treviño, indicó que la medida puede ser una forma de elevar la tasa de retención de los estudiantes, pero que si no se eleva la exigencia en los proceso de las cátedras, se verá afectada la calidad de los estudiantes.

Además, la medida hace mucho más ruido si se toma en cuenta que en todos los rankings que miden la calidad de la universidades, la Silva Henríquez no figura en los primeros lugares.

Por ejemplo, en el de América Solidaria de 2013, el plantel aparece en el lugar 34 de 60. Mientras, en otro que elaboró El Mercurio para el mismo año, la casa de estudios se ubica en el lugar 38 de 53 universidades.

En el mismo estudio y respecto del nivel de sus estudiantes, el plantel que pertenece a la Congregación Salesiana aparece 48 de 53.

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