En una audiencia general realizada este miércoles en la plaza San Pedro, el papa Francisco señaló que los “mercaderes de muerte” y los traficantes de personas “tendrán que rendir cuentas un día ante Dios”. Además en el lugar pidió también luchar contra el trabajo infantil.

“¡Los mercaderes de muerte no vienen a la plaza de San Pedro!” dijo Francisco frente a las personas reunidas para la tradicional audiencia general.

“¿Creen que los corruptos, los que trafican con personas y los traficantes de armas están realmente contentos? No, porque saben que en el más allá tendrán que rendir cuentas a Dios. No se llevarán con ellos ni el dinero y el poder ni su orgullo. Un día todo termina”, dijo el papa.

Francisco también hizo un llamado contra el trabajo infantil ante las cerca de 40.000 personas reunidas en la plaza, coincidiendo con el día Mundial contra la explotación del trabajo infantil que se celebra el jueves.

“Decenas de millones de niños, escuchen bien, decenas de millones de niños, están obligados a trabajar en condiciones degradantes, expuestos a formas de esclavitud y explotación, así como a los abusos, los malos tratos y la discriminación”, recordó el papa.

“Espero sinceramente que la comunidad internacional pueda ampliar la protección social de los menores para erradicar este flagelo. Renovemos todos nuestro empeño, en particular las familias, para garantizar a cada niño y niña la salvaguardia de su dignidad y la posibilidad de un crecimiento sano”, añadió.