El gobierno boliviano reconoció el miércoles un “retraso considerable” en sus planes para industrializar una importante reserva de litio que se encuentra en el Salar de Uyuni y aseveró que el control estratégico de su programa no será cedido al capital privado.

“En el litio tenemos un retraso muy fuerte (…), tenemos un retraso considerable”, afirmó el ministro de Minería, César Navarro, durante un encuentro con la prensa extranjera acreditada en La Paz.

Bolivia, en octubre de 2010, había estimado que invertiría unos 900 millones de dólares para la industrialización de sus reservas del mineral evaporítico en tres fases, hasta llegar en 2014 a la fabricación de baterías de litio.

El gobierno había fijado primero la meta de industrializar carbonato de litio, cloruro y sulfato de potasio en la primera fase, litio metálico en la segunda y baterías en la tercera.

Sin embargo, hasta enero de 2013 sólo construyó una planta piloto para producir carbonato de litio, y en febrero pasado inauguró otra fábrica experimental para ensamblar baterías para celulares, aunque toda la tecnología fue adquirida en mano de una firma china.

Además, sólo utilizó cerca de 150 millones de dólares del presupuesto original.

Consultado sobre cuáles fueron las causas para ese retraso, la autoridad detalló que “no existe una tecnología de carácter universal, pues la tecnología aplicable al litio tiene sus propias peculiaridades en las diferentes áreas donde existe esta reserva”.

“Ha habido un proceso de construcción de conocimiento criollo para definir la tecnología”, con la colaboración hasta hace unos años de empresas de Francia, Corea del Sur, Japón, Irán, Venezuela y Brasil, con miras a participar en la explotación de litio, aunque los acuerdos fallaron y se congelaron.

“Es probable” que el segundo semestre de este año “tengamos la publicación de la licitación de la planta de cloruro de potasio”, para contar con el aporte tecnológico de alguna empresa privada extranjera o nacional, indicó Navarro.

Pero aunque se necesita tecnología de punta, “nunca vamos a entregar el control estratégico” que seguirá siendo del Estado, según la política trazada por el presidente izquierdista Evo Morales, aclaró.

En el Salar de Uyuni -de una extensión de 10.000 km2- existen, según datos del gobierno boliviano, cerca de 100 millones de toneladas métricas de litio, una de las principales reservas del mundo.