Ante la proximidad de una nueva conmemoración por la desaparición del Cessna 172, que despegó desde isla Mocha con destino a Tirúa, la madre de uno de los desaparecidos anticipó que gestionan el arribo a la zona de un síquico que asegura conocer la ubicación exacta de la aeronave.

Gladys Zúñiga, madre del ingeniero mecánico Erick Ariel Arriagada Zúñiga, de 26 años, el más joven de los cinco ocupantes de la aeronave perdida el 6 de octubre del año pasado, sostuvo que recordarán a los desaparecidos con una misa en la iglesia adventista ubicada en el cerro San Francisco de Talcahuano, el próximo jueves a las 7 y media de la tarde.

Erick viajó a la isla junto a su amiga de la infancia Leslie Roa, también porteña, y venía de su jornada laboral en la minera Escondida.

Gladys, como todos los familiares de los desaparecidos, carga con un dolor contenido por ignorar el destino de su hijo, a quien recuerda como una persona alegre, llena de planes, y quien tocaba la guitarra eléctrica en dos grupos musicales.

En el living de su casa, en Lobos Viejos, donde cuelgan cuadros con la foto de Erick, Gladys sostuvo que desde que les informaron sobre la posibilidad que el trozo metálico hallado perteneciera a la aeronave, nada más han sabido de la investigación, que comanda el fiscal jefe de Lebu, Danilo Ramos.

Como nueva gestión, junto a la madre de Leslie, gestionan llevar a la zona a un psíquico de Santiago que asegura conocer la ubicación del Cessna que pilotaba Mario Hahn.

Hace pocas semanas cumplió ante tribunales el doloroso trámite de solicitar la muerte presunta del hijo.

Los otros dos ocupantes de la aeronave eran el abogado Jorge Luengo Suazo, de 53 años; y su hijo, Jorge Luengo Espinoza, ingeniero, de 28, ambos penquistas.

Erick Arriagada

Erick Arriagada

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