La guerrilla comunista de las FARC propuso este lunes al gobierno colombiano un pacto de “regularización” de la guerra interna, que fije normas de conducta humanitaria a ambas partes mientras negocian la paz en La Habana.

Las FARC propusieron “concertar y formar de manera inmediata un tratado de regularización de la guerra o un cese bilateral de hostilidades entre las partes (…) con verificación internacional”, que incluya “mínimos humanitarios” de comportamiento entre las fuerzas beligerantes, según un comunicado leído por el delegado de la guerrilla Pablo Catatumbo en La Habana.

Las guerras internacionales están reguladas por los Convenios de Ginebra -el primero fue firmado en 1864 bajo auspicio del Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR)-, pero siempre ha sido más complicado el respeto de las normas humanitarias en las guerras civiles y conflictos internos.

“Pactar unos ‘mininos humanitarios’ (de comportamiento en el conflicto armado) resulta de involucrar, como es de elemental en el sentido común, a las dos partes que intervienen en el conflicto, es decir al gobierno y la insurgencia”, agregó Catatumbo.

Hasta ahora, el gobierno de Juan Manuel Santos ha rechazado cualquier tregua bilateral, por lo que no se ha sumado a dos ceses del fuego unilaterales decretados por la guerrilla desde que comenzaron las conversaciones de paz de La Habana, hace 15 meses.

Además, Catatumbo negó que el máximo líder de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), Timoleón Jiménez “Timochenko”, esté o haya estado secretamente en Cuba, tal como afirmó el domingo el candidato presidencial colombiano Óscar Iván Zuluaga, perteneciente al partido del expresidente Álvaro Uribe.

“El comandante Timoleón Jiménez no ha estado ni está en La Habana”, expresó Catatumbo, exigiendo a Zuluaga presentar pruebas de lo contrario si es que las tiene.

Según el diario colombiano El Espectador, Zuluaga afirmó que “si se confirma la presencia en Cuba del jefe de las FARC, alias ‘Timochenko’, sería una burla para los colombianos y otro agravio para las víctimas de la guerrilla”.

El gobierno de Santos y la guerrilla buscan desde noviembre de 2012 un acuerdo que ponga fin a un conflicto armado de medio siglo y actualmente están debatiendo el tema de las drogas ilícitas, el tercero de los seis puntos de la agenda de negociación.

El jefe negociador del gobierno, Humberto de la Calle, no formuló declaraciones a la prensa a su llegada al Palacio de las Convenciones, sede de las pláticas.