Su preocupación dieron a conocer este miércoles los dirigentes de la Junta de Vigilancia del río Ñuble a raíz de la situación que se vive por la escasez de agua para el regadío.

Según lo expresó Margarita Letelier, dirigenta de la junta, la escasez llegaría a un 50% aproximadamente, lo que podría provocar la pérdida de los cultivos agrícolas.

En tanto, Andrés Rueda, otro dirigente, señaló que esta situación es gravísima y puede generar pérdidas y daños considerables al cultivo maicero, sobre todo, si continúa en aumento la sequía.