Decenas de miles de aficionados homenajearon este lunes bajo la lluvia al mítico futbolista Eusebio, tanto en las calles de Lisboa como en el Estadio de la Luz, donde brilló tantas veces el Balón de Oro de 1965.

Miles de lisboetas acompañaron el recorrido del cortejo fúnebre por las calles de la capital portuguesa y unos 10.000 aficionados del Benfica se dieron cita en el Estadio de la Luz, donde el féretro con los restos del jugador dieron una última vuelta al campo, tal como era deseo de Eusebio.

A bordo de una limusina negra, el ataúd, recubierto con la bandera roja del Benfica, llegó al estadio del club de toda su vida y rápidamente fue llevado al centro del terreno de juego, donde fue instalado sobre una losa dorada.

El auto partió después para dar lentamente la vuelta al estadio, al tiempo que por la megafonía sonaba la canción “Con te partiro” cantada por el italiano Andrea Bocelli.

En primera fila estaban todos los jugadores del Benfica actual, reagrupados alrededor de su entrenador Jorge Jesus.

“Eusebio era un extraterrestre como (Cristiano) Ronaldo o (Lionel) Messi. Será un mito eterno de Benfica”, declaró el técnico.

El cortejo fúnebre abandonó el estadio para recorrer algunas de las principales calles de la ciudad y llegar al ayuntamiento de la capital a las 15h05 GMT.

Tras una breve ceremonia, el féretro partió en dirección a la Iglesia del Seminario, muy cerca del Estadio de la Luz, donde se celebró la ceremonia religiosa con la presencia de numerosas personalidades del país, entre ellas el presidente de la República Anibal Cavaco Silva y el primer ministro Pedro Passos Coelho.

Finalmente Eusebio fue enterrado en el cementerio de Lumiar, en el norte de Lisboa, no lejos del Estadio de la Luz.

El exinternacional portugués Rui Costa fue el encargado de lanzar la bandera roja del Benfica al ataúd que fue enterrado ante las lágrimas de Flora, la viuda de Eusebio.