Por segundo año consecutivo, las exportaciones de América Latina evidenciaron un estancamiento. Según estimaciones el crecimiento de las ventas externas para el años será de un 0,2%, alcanzando un poco más de US$ 1 billón de acuerdo a un estudio publicado por el Banco Interamericano de Desarrollo.

El documento se basó en los datos de 18 países de América Latina, y señala que en el primer semestre de 2013 las exportaciones sufrieron una contracción interanual que prolongó la tendencia negativa iniciada a fines de 2012. Sin embargo en el tercer trimestre del presente año, se experimentó un aumento en las exportaciones, lo cual permite estimar un leve crecimiento para el conjunto del año.

Los resultados del estudio varían considerablemente entre los países. Brasil, Colombia, Perú y Venezuela tuvieron caídas en sus exportaciones, mientras que Argentina, Bolivia, Chile, Ecuador, México, Paraguay y Uruguay alcanzaron resultados positivos en el año.

En Centroamérica el panorama fue mixto ya que las ventas externas apenas crecieron en Costa Rica y Guatemala, cayeron en Honduras y Nicaragua, y se expandieron en El Salvador y Panamá. En gran medida, estos resultados reflejan las desiguales condiciones económicas que imperan en los principales socios comerciales de la región.

La debilidad de la actividad económica en Europa tuvo su correlato en una caída de 5% en su demanda por productos latinoamericanos.

Por otro lado las importaciones totales de China desde América Latina incrementaron alrededor de un 10% en el año, a pesar de la desaceleración del crecimiento de esta economía asiática.

Las exportaciones de minerales y metales no tuvieron un buen año, lo cual afectó el desempeño de países como Perú, Chile e incluso Brasil, mientras que los alimentos tuvieron mejores resultados.

Una baja en el precio de productos básicos, como el cobre, el oro y la soja, impactó negativamente en las exportaciones, aunque, en este último caso, la buena cosecha compensó la caída del precio. Solo la cotización del mineral de hierro tuvo un aumento significativo en la segunda mitad del año.

Se espera que durante 2014, una demanda más firme de Estados Unidos beneficiaría a la región, principalmente a México, mientras que una posible mejoría de la demanda de China favorecería a los principales exportadores de productos agrícolas y minerales en Sudamérica.