El Movimiento del 23 de Marzo anunció el martes que “pone fin la rebelión”, horas después de que el gobierno proclamara que los insurgentes habían sido expulsados de las últimas posiciones que ocupaban en el este de la República Democrática del Congo.

La dirección del M23 “anuncia [...] que decidió a partir de hoy poner fin a su rebelión y proseguir, con medios puramente políticos, la búsqueda de soluciones a las causas profundas” que motivaron su creación, señala un comunicado firmado por el jefe del ala política del movimiento, Bertrand Bisimwa.

“A tal efecto” todos los jefes militares de la rebelión deben “preparar los hombres de las tropas para el proceso de desarme, desmovilización y reinserción social cuyas modalidades se acordarán con el gobierno”, añade el comunicado.

La ONU y Kinshasa exigieron el domingo y el lunes que el M23 anuncie públicamente el final de la rebelión, como, según ellos, se habían comprometido a hacer sus negociadores en Kampala, la capital ugandesa, donde los dos beligerantes negociaban desde diciembre.

El gobierno congoleño lo había puesto como condición para poder firmar un acuerdo político que pusiera fin al conflicto con el M23.

El gobierno de la RDC anunció de madrugada que había derrotado militarmente al M23 tras la caída de las dos últimas colinas que ocupaba la rebelión en las montañas de la provincia de Kivu del Norte.