Combatientes vinculados a Al Qaida consolidaban el jueves su control sobre la ciudad Siria de Azaz, cerca de la frontera con Turquía, en momentos en que el presidente sirio asegura que la rebelión está formada en su mayoría por terroristas.

Según habitantes del lugar, combatientes del Estado Islamista el Irak y Levante (ISIS) conquistaron la ciudad de Azaz luego de días de combates con los rebeldes del Ejército Libre de Siria (ESL).

Es la primera vez que los yihadistas toman el control de una ciudad rebelde, además estratégica, tras una batalla relámpago, según el Observatorio Sirio de Derechos Humanos (OSDH).

Tras estos incidentes en Siria, Turquía cerró provisionalmente uno de sus puentes fronterizos.

Azaz fue una de las primeras ciudades conquistadas por los rebeldes sirios no yihadistas en julio de 2012.

El ISIS, junto al Frente al Norsa, proclama abiertamente sus vínculos con la red terrorista Al Qaida y jura lealtad a su jefe, Ayman al Zawahiri.

En una muestra de la complejidad del conflicto sirio, si bien los combates entre el ISIS y los rebeldes no yihadistas se multiplican en las últimas semanas en algunas regiones, en otras combaten juntos contra las tropas del régimen de Asad.

‘Un nuevo tipo de guerra’

En una entrevista con la cadena Fox News, el presidente sirio, Bashar al Asad, declaró que la guerra en su país no es una “guerra civil”, sino “un nuevo tipo de guerra”, alegando que guerrilleros islamistas de más de 80 países se sumaron a la lucha y que “entre el 80% y el 90% de los terroristas clandestinos son de Al Qaida”.

En esta entrevista, difundida el miércoles por la noche, Asad dijo además que desde marzo de 2011, “decenas de miles de sirios” y 15.000 soldados del régimen han muerto, la mayoría en “ataques terroristas, asesinatos y atentados suicidas”.

El conflicto en Siria comenzó en marzo de 2011 con un levantamiento popular que se fue progresivamente militarizando frente a la represión del régimen. En dos años y medio de conflicto, más de 110.000 han perdido la vida, según el OSDH.

En esta segunda entrevista otorgada a un medio estadounidense este mes, Asad reiteró además que el ataque con gas sarín del 21 de agosto que dejó cientos de muertos cerca de Damasco fue obra de los rebeldes.

Su aliado, Rusia, mantiene la misma postura, mientras los países occidentales y varios países árabes acusan al régimen sirio de haber perpetrado esta masacre, lo que provocó que hace unos días Estados Unidos y Francia estuvieran a punto de atacar el país.

Pero los rusos y los estadounidenses alcanzaron un acuerdo el 14 de septiembre en Ginebra para desmantelar el arsenal químico sirio, el más importante de la región.

“Creo que es una operación técnicamente muy complicada. Y requiere de mucho dinero, alrededor de mil millones de dólares”, señaló Asad. Este desmantelamiento se realizará según “cierto calendario” y para concluirlo “se necesitará un año, quizás un poco más”, añadió.

ONU podría votar una resolución el fin de semana

Conforme al acuerdo de Ginebra, Moscú anunció que Siria se comprometió a presentar en un plazo de una semana una lista completa de su arsenal químico. Este plazo vence el sábado 21 de septiembre.

Después de haber anunciado una reunión el viernes sobre la “destrucción de las armas químicas sirias”, la Organización para la Prohibición de las Armas Químicas (OPAQ) dijo que no ha fijado todavía una fecha para esta reunión, debido a que aún se está negociando el texto de la decisión, informó su portavoz.

Mientras tanto, Damasco y Moscú multiplican sus esfuerzos para que el proyecto de resolución sobre el arsenal químico sirio no implique la amenaza de una acción militar inmediata en caso de que Damasco no respete sus compromisos de desarme.

Los cinco miembros permanentes del Consejo de Seguridad de la ONU -Estados Unidos, Francia, Rusia, China y Reino Unido- mantuvieron nuevas conversaciones sobre este proyecto de resolución.

Según varios diplomáticos de la ONU, los occidentales buscan convencer a una Rusia muy reticente y defensora de que su proyecto no implique la amenaza de una acción militar inmediata.

Si se alcanza un acuerdo con Moscú, la resolución podría someterse a votación este fin de semana.

En el terreno, nueve civiles murieron este jueves en un atentado con explosivos contra un minibús en la región de Homs. El ataque se produjo cerca de varias aldeas alauitas, la comunidad religiosa minoritaria en Siria, a la que pertenece Asad.

En el plano humanitario, la ONU anunció que la situación no deja de empeorar en Siria. La organización estima que cerca de siete millones de sirios necesitan ayuda humanitaria urgente.