El documental muestra la investigación, búsqueta, hallazgo y repatriación de restos de indígenas australes que fueron secuestrados, llevados a Europa y exhibidos en jaulas para el deleite -como entretención, para el morbo y la curiosidad- de cientos de miles de ciudadanos “civilizados”.

Tres fueron los grupos secuestrados -uno de cada etnia de la Patagonia- y el resultado fue casi siempre el mismo: la muerte por las muy malas condiciones en que fueron trasladados, tratados, los largos viajes, cambios de clima, de hábitat… y con grandes dificultades para comunicarse. O el contagio de sífilis…

En el documental muestran y rehacen el recorrido que relizaron estos verdaderos prisioneros de “empresarios” inescrupulosos, mostrando los lugares en los que estuvieron. En ese recorrido encontraron objetos que llevó uno de estos grupos. Y restos óseos guardados en una universidad de Suiza.

En este recorrido se muestra la brutalidad -racismo, xenofobia, displicencia, indiferencia, crueldad- con el que fueron tratados. Como la negligencia, torpeza y desprecio de muchas autoridades, desde Bismark pidiendo oficialmente como Estado Alemán que el Gobierno de Chile autorizara el “traslado” por razones científicas de un grupo de indígenas, a la autorización de este último permitiendo que fueran exhibidos en Alemania, Francia, Inglaterra y Suiza; el que fueran deportados de Inglaterra -una forma de deshacerse del “problema”- a la nula reacción de la diplomacia chilena de la época; el que las autoridades de esos países y de varias ciudades de éstos permitieran algo tan aberrante.

Pero la negligencia y displicencia también se da hoy, con funcionarios ineptos… Todo lo anterior invita a ver este documental.

Pero no todo es malo. Estuvo el intendente de la época que trató de evitar el secuestro y traslado; un médico que asistió y acompañó a unos indígenas en sus días finales; y algunos profesores universitarios que apoyaron las gestiones y facilitan y permitieron que se repatriaran esos restos en forma digna -para los restos como para quienes quedan de esa etnia- a las tierras australes. Otra razón para verla.

El documental en términos visuales y de lenguaje es conservador, no muestra aspectos novedosos o llamativos. Pero su contenido y la forma como aborda los temas -donde hay una actitud ética muy importante e interesante- hace que este documentalsea muy recomendable (en particular sería bueno que se transformara en material pedagógico).

Desde el 5 de septiembre Calafate, zoológicos humanos, documental dirigido por Hans Mülchi, estará en salas de Iquique a Punta Arenas, tras un exitoso recorrido por festivales nacionales e internacionales.

El historiador Christian Báez, que investigó durante años este episodio junto al inglés Peter Mason, repitió el recorrido de los cautivos junto al director chileno Hans Mülchi. Ambos viajaron por seis países de Europa y, posteriormente, mostraron su descubrimiento a la comunidad kawésqar de Punta Arenas. Las dirigentes Celina LLan Llán y Haydeé Aguila comenzaron de inmediato a movilizarse para conseguir la restitución de los restos de sus antepasados desde Suiza.

“Es un documental conmovedor”, afirma Hans Mülchi, “que sorprende con sus hallazgos de comienzo a fin, incluyendo evidencias de la falta de respeto a nuestros pueblos originarios por parte de las autoridades chilenas en pleno siglo XXI”.

Para el director, “exhibir este film en salas chilenas es un importante ciclo que se cierra, pues gracias al éxito del documental mucha gente nos pide verlo en diversas ciudades del país”.

http://www.youtube.com/watch?v=_aWAYZ87Ip0