El presidente de la comunidad indígena de Tralcao, Pedro Guerra, que está ubicada a un costado del humedal del Río Cruces, sostuvo que los recursos legales presentados por Celulosa Arauco ante el fallo de primera instancia que la responsabilizó por la contaminación del Santuario, aumentan la desconfianza que como dirigente ha tenido en los últimos 10 años.

Según Guerra, la empresa busca dejar sin efecto la resolución que la obliga a construir un humedal artificial, para evitar que allí se demuestre que sus efluentes continúan dañando a la flora y fauna del lugar.

El dirigente indígena sostuvo que para su comunidad lo prioritario es la recuperación del ecosistema y eso sólo se lograría a través del humedal artificial que Arauco está evitando crear.

Guerra sostuvo que Arauco debe hacerse cargo del daño que generó en la zona, no sólo en el ámbito ambiental, sino también en la salud, en lo cultural y en lo social, esperando que la empresa responda por la recuperación del lugar.