La recesión en España, cuarta economía de la zona euro, se moderó en el segundo trimestre según las cifras provisionales publicadas este martes, reforzando la idea de una cercana vuelta al crecimiento aunque las perspectivas siguen difíciles.

El Producto Interior Bruto del país se contrajo un 0,1% respecto al primer trimestre, anunció el Instituto Nacional de Estadística (INE), una cifra aún provisional pero idéntica a la adelantada la semana anterior por el Banco de España, que al igual que el gobierno pronostica un retorno al crecimiento el próximo trimestre.

El país, debilitado tras el estallido de la burbuja inmobiliaria en 2008 y en recesión desde hace casi dos años, vio como su PIB reculaba un 0,8% en el último trimestre de 2012 y otro 0,5% en el primero de 2013.

Esta nueva caída, aunque menor, supone el octavo trimestre consecutivo de contracción, un resultado que se debe a la “aportación negativa de la demanda nacional, que es compensada parcialmente por la aportación positiva de la demanda externa”, explica el INE en un comunicado.

El dinamismo exportador experimentado en los últimos meses no consigue neutralizar el bajo consumo nacional en un país con el 26,26% de la población activa en paro.

“La recuperación está en marcha”, se congratuló el secretario de Estado de Economía, Fernando Jiménez Latorre, en la radio Onda Cero, aventurando un “cambio de ciclo”.

“Creo que ya hemos dejado lo peor de la crisis atrás y esta tendencia, este cambio de inflexión se mantendrá en los próximos trimestres según nuestras estimaciones”, añadió.

La débil caída del PIB registrada entre abril y junio “confirma que la economía española está prácticamente en un punto de inflexión”, interpretaron los analistas de BBVA Research, sumándose al discurso optimista lanzado desde el gobierno durante las últimas semanas.

En el mes de junio, el ministro de Economía, Luis de Guindos, afirmó que el país “está dejando atrás la recesión”, confirmando lo anunciado previamente por su homólogo de Hacienda, Cristóbal Montoro, que aseguró que España “está saliendo de la crisis” gracias al saneamiento de las cuentas públicas.

Jesús Castillo, analista especializado en el sur de Europa en el banco Natixis, modera este entusiasmo: pese a la bajada de casi un punto de la tasa de desempleo en el segundo trimestre, “el mercado de trabajo sigue destruyendo puestos de trabajo en la industria”, señaló en una nota.

“Es cierto que el ritmo de destrucción es claramente menos dramático que en los peores momentos de la crisis, pero el peso de los demandantes de empleo entre la población activa sigue a un nivel extraordinariamente elevado”, observa.

Entre los países industrializados, solo Grecia sufre un desempleo más elevado.

La evolución respecto al año anterior, que servirá para calcular el crecimiento español en 2013 a final de año, revela una disminución del 1,7% en el segundo trimestre, por encima del 1,3% que prevé de caída global el gobierno este año.

La Comisión Europea y el Fondo Monetario Internacional (FMI) son más pesimistas, pronosticando una contracción del 1,5% y el 1,6% respectivamente.

“Aunque hay que saludar la relativa calma o, mejor dicho, la menor +depresión+, las perspectivas a medio y largo plazo no permiten cantar victoria”, opina Castillo.

“Las previsiones del FMI a inicios de julio colocan a España como uno de los pocos grandes países de la zona euro que registrarán un crecimiento nulo en 2014″, recuerda.

“Los riesgos para la economía y en consecuencia para el sector financiero siguen siendo elevados”, advirtió recientemente el FMI, ya que el país todavía tiene que corregir ciertos desequilibrios como el saneamiento de las cuentas públicas, una bajada más significativa del precio de la vivienda y una disminución de la deuda privada.

En un informe reciente, la Comisión señaló también que “los riesgos persistían en un contexto de paro elevado, de contracción de la actividad, con una deuda privada en España y hacia el exterior todavía elevada y una deuda pública que aumenta rápidamente”.