Los organizadores del Tour de Francia ciclista dedican cada año unos 700.000 euros a la lucha contra el dopaje, a través principalmente de la financiación de controles, indicó el miércoles el director general de la carrera, Christian Prudhomme.

“En el conjunto de la temporada, unos 700.000 euros se dedican para los análisis y la puesta a disposición de coches o alojamientos”, explicó Prudhomme sobre el dinero destinado a la financiación de controles, respondiendo así a una pregunta de Jean-Jacques Lozach, de la Comisión de Investigación del Senado francés que analiza la eficacia de la lucha antidopaje.

El Tour de Francia está organizado por Amaury Sport Organisation (ASO), que gestiona también otras prestigiosas citas ciclistas (París-Niza y París-Roubaix, entre otras).

El director general del Tour de Francia también aprovechó su comparecencia ante los senadores para subrayar que en casos de dopaje, el entorno del corredor también debe ser sancionado, no sólo el deportista.

“No somos jueces y parte”, insistió. “No fijamos las reglas, no efectuamos los controles, no decimos quiénes deben ser controlados. El ciclismo se ha dopado antes que los otros, ha ido más lejos en ese campo, pero el ciclismo ha cambiado”, argumentó el dirigente de la principal carrera del calendario ciclista internacional.