Los ministros europeos de Agricultura llegaron laboriosamente a un acuerdo, entrada la noche del martes, para reformar la política agrícola común (PAC), a costa de revisar a la baja las ambiciones iniciales para hacerla más ecológica y más equitativa.

El acuerdo fue adoptado por 25 de los 27 países de la UE -exceptuando Eslovenia y Eslovaquia- al término de dos días de negociaciones intensas en Bruselas.

La decisión, que solo refleja la posición del Consejo de Ministros de la UE sobre este expediente, deberá ser discutida con la Comisión y el Parlamento Europeo, que por su lado aprobó su propio proyecto de reforma el pasado 13 de marzo.

Irlanda, que ostenta la presidencia semestral de la UE, espera conseguir un compromiso antes de que concluya su mandato, en junio, con el objetivo de una entrada en vigor de la reforma en 2015.

Los ministros de Agricultura aprobaron el principio de supeditar un 30% de las ayudas directas percibidas por los agricultores al respeto de ciertas medidas verdes.

Pero también han querido dotar de mayor flexibilidad a las reglas sobre cuestiones medioambientales de la futura PAC preconizadas por la Comisión Europea en su proyecto de reforma presentado en octubre de 2011.

El presupuesto destinado a la PAC para los siete próximos años (2014-2020) fue reducido un 12%, a 373.200 millones de euros, pero la agricultura sigue siendo el principal bloque de gastos de la UE, un 38% del presupuesto global.