El referéndum que se realizará en Malvinas el 10 y 11 de marzo “no pondrá fin a la disputa de soberanía” entre Argentina y Reino Unido sobre las islas del Atlántico sur, sostuvo la Cancillería transandina este viernes.

El gobierno argentino considera que se trata de “un intento británico de manipular” el estatuto del archipiélago y sostiene que “ese intento no alterará la esencia de la Cuestión Malvinas, ni pondrá fin a la disputa de soberanía”.

La solución al conflicto debe “resolverse de conformidad con el Derecho Internacional y las numerosas resoluciones de las Naciones Unidas relativas al tema”, señala el comunicado.

El gobierno de Malvinas convocó a un referéndum el 10 y 11 de marco para que los habitantes decidan si quieren seguir siendo territorio de ultramar de Gran Bretaña.

La Cancillería recordó las 40 Resoluciones de la ONU que exhortan al diálogo bilateral y el rechazo por parte de la Asamblea General del organismo en 1985 de “propuestas británicas para incorporar el principio de libre determinación en el proyecto de resolución sobre la Cuestión de las Islas Malvinas”.

“Dado ese mandato, la República Argentina lamenta estas iniciativas irresponsables y de mala fe del Reino Unido e insta a ese país a reconsiderar seriamente su política orientada a desinformar sobre la realidad jurídica y política del territorio en disputado que habita”, señala.

Insiste en que la disputa de soberanía “ha sido reconocida por esos dos países (Argentina y Reino Unido) y por la comunidad internacional en su conjunto, por eso, el Reino Unido carece de derecho alguno a pretender alterar el estatuto jurídico de esos territorios, aún con el disfraz de un hipotético ‘referéndeum’”.

En el comunicado, el gobierno de la presidenta argentina Cristina Kirchner reitera además la exhortación al diálogo hecha por organismos regionales e internacionales.

La disputa por la soberanía de las islas Malvinas llevó a los dos países a protagonizar una breve pero cruenta guerra en 1982, que terminó con la derrota de Argentina.