Rebeldes armados capturaron este miércoles a una veintena de observadores de paz de la ONU en los Altos del Golán, en la frontera entre Siria e Israel, un acto inédito en la guerra de Siria.

Por otro lado, la guerra civil en Siria, que pronto pasará a su tercer año, ha obligado a huir del país a más de un millón de personas, la mitad de ellas niños, anunció este miércoles la ONU, que advierte de una “catástrofe absoluta”.

Naciones Unidas está entablando negociaciones con los rebeldes para lograr la liberación de los soldados, que serían de origen filipino, informó un portavoz de la institución.

“Las negociaciones están en marcha y están movilizando a todos nuestros equipos”, dijo a la prensa el jefe encargado del mantenimiento de la paz Hervé Ladsous. “Es un incidente muy grave”, agregó.

El portavoz adjunto de la ONU, Eduardo del Buey, había comunicado más temprano a periodistas que la misión de Naciones Unidas “informó esta mañana (miércoles) que aproximadamente 30 rebeldes detuvieron y capturaron a unos 20 cascos azules dentro de su área de acción”.

El Consejo de Seguridad “condenó firmemente” la captura, de la que acusó a “miembros armados de la oposición siria”, y exigió su liberación “inmediata y sin condiciones”.

En un comunicado, el Consejo “exige a todas las partes cooperar” con la Fuerza de Naciones Unidas de Observación de Separación (UNDOF, por sus siglas en inglés), a fin de asegurar la “total seguridad” de su personal.

“Los observadores de la ONU estaban desarrollando una misión de apoyo normal y fueron detenidos cerca del puesto de observación 58″, que sufrió daños el pasado fin de semana por intensos combates, precisó Del Buey al informar sobre la captura.

La ONU no facilitó la nacionalidad de los observadores, pertenecientes a la UNDOF, desplegada en los Altos del Golán, aunque activistas sirios afirmaron que son filipinos.

Desde 1967, Israel ocupa unos 1.200 km2 de los Altos del Golán que anexó a su territorio en 1981, decisión que nunca ha sido reconocida por la comunidad internacional. Siria sigue controlando los 510 km2 restantes.