Los abogados del supuesto autor de la masacre en julio al interior de un cine en el Colorado (oeste de EEUU) declinaron llamar a testigos este miércoles, durante un juicio preliminar que decidirá esta semana si el acusado puede ser juzgado.

La sorpresiva decisión tuvo lugar el tercer día de audiencias preliminares y luego de que se mostrará más evidencia a favor de la Fiscalía, incluyendo unas fotos que el supuesto atacante, James Holmes, tomó con su iPhone horas antes del tiroteo en la medianoche del 20 de julio en Aurora, un suburbio de Denver.

En ellas, Holmes, de 25 años, posa portando armas, tiene el cabello teñido de rojo y lleva lentes de contacto negros.

El juez, William Sylvester, fijó una próxima audiencia para el viernes, en la que anunciará si Holmes será enjuiciado, lo que parece bastante probable.

Holmes, fue acusado de 166 cargos por abrir fuego “con deliberación y extrema indiferencia” contra el público que asistía a la última entrega de Batman, “The Dark Knight Rises”. Doce personas murieron y 70 resultaron heridas, 58 de ellas con heridas de bala.

Desde el lunes, la Fiscalía presentó numerosos testigos, que narraron macabras escenas, como el sonido de la sangre chapoteando dentro de un vehículo o la imagen de la niña de seis años fallecida en el lugar. También se divulgaron las llamadas al número de emergencias 911, en las que se podía escuchar claramente la ráfaga de disparos del atacante.

Se esperaba que los abogados de James Holmes, presentaran a sus testigos el miércoles para defender la tesis de que el acusado no está psicológicamente habilitado para ser enjuiciado.

“Cambiamos de idea”, dijo el abogado, Daniel King, en el tribunal en Centennial, otro suburbio de Denver vecino a Aurora, en el que Holmes ha escuchado con aparente indiferencia y la mirada perdida los argumentos en su contra.

“No es el lugar ni el momento adecuado para presentar una especie de defensa trunca. Esto no es un juicio. No tenemos pruebas ni argumentos sobre la causa probable”, agregó.

La Fiscalía, que busca demostrar que el ataque fue un acto premeditado, mostró el miércoles las fotografías que se tomó Holmes con el celular horas antes de la masacre.

En una, aparece con un arma, cabello rojo y lentillas negras. En otra, muestra una cama que tiene encima una serie de artículos que fueron hallados en el cine y en su apartamento, como el chaleco antibalas y los clips de municiones.

Este juicio preliminar coincide con el actual debate sobre la venta de armas en Estados Unidos, un recurrente tema que volvió a ponerse sobre el tapete cuando un joven asesinó el mes pasado a 26 personas, 20 de ellas niños, en una escuela primaria de Newtown, Connecticut.