Unos 4.000 profesores marcharon la tarde del jueves en la capital hondureña en protesta porque, a su juicio, el gobierno les ha mermado sus derechos laborales conquistados por décadas.

“El maestro conciente, aquí está presente”, gritaron los educadores que salieron de la Universidad Pedagógica hacia la Casa de Gobierno, este de la caiudad, en un recorrido de medio kilometro.

Joel Almendarez, presidente del Colegio de Pedagogos de Honduras (Colpedadgogos), dijo a la prensa que los esducadores demandaron “la derogación de la ley de Inprema, la Ley Fundamental de Educación, el derecho a la protesta” y reclamaron por “el alto costo de la canasta básica”.

Unos 54.000 educadores agrupados en seis sindicatos que formas la Federación de Colegios Magisteriales de Honduras (FOMH) han venido demandando “la derogación” de la ley del Instituto de Previsión del Magisterio (Inprema) porque aumenta de 56 a 65 años la edad de jubilarse y ha incrementado los intereses de los préstamos a los profesores.

En tanto los educadores sostienen que la Ley Fundamental de Educación, aprobada en enero pasado, lleva a la privatización de la educación.

El Congreso aprobó una nueva ley educativa calificada por el gobierno de Porfirio Lobo como una “revolución” de la enseñanza.

La reforma educativa, además de elevar la edad de jubilación para los docentes, extiende la obligatoriedad de la educación hasta la secundaria (antes sólo la primaria) y fija un mínimo de 200 días de clase por año lectivo.

También incorpora el inglés como materia obligatoria en todos los niveles y obliga a los nuevos docentes a contar con título universitario.

Otra de las demandas durante la protesta fue la derogación de un decreto aprobado por el gobierno en septiembre pasado que califica como “delito” las tomas de centros y otras protestas.