El técnico de Ecuador, Reinaldo Rueda, expresó que Chile brindó una dura lucha a su selección en el partido del viernes en Quito por la novena fecha de las eliminatorias sudamericanas para el Mundial de Brasil-2014, que culminó con victoria ecuatoriana por 3-1.

“Fue un partido intenso por la condición del rival, que tiene mucho oficio y jugadores de mucha trayectoria”, dijo el estratega colombiano tras el encuentro con el que los ecuatorianos sumaron 16 puntos para mantenerse en zona de clasificación e invictos en su fortín del estadio Olímpico Atahualpa.

Chile, que nunca ha podido ganar a Ecuador en Quito por eliminatorias, se puso en ventaja con un autogol de Juan Carlos Paredes a los 25 minutos, lo que los anfitriones lograron remontar con dos tantos de Felipe Caicedo (Lokomotiv, Rusia) y uno de Segundo Castillo (Pachuca, México).

“Vino una jugada desafortunada” para el autogol, apuntó Rueda, añadiendo que el empate de Caicedo resultó “oportuno” en virtud a que “llenó de confianza al grupo”.

El conjunto tricolor, que registra cinco triunfos en igual número de presentaciones en Quito, fue “muy solidario” en la cancha y supo “conservar el orden”, señaló el timonel, quien destacó que sus discípulos “no perdieron la cabeza ante un rival que tiene mucho oficio”.

“Ahora vamos a trabajar estos dos días (sábado y domingo) para llegar a Venezuela y sumar los tres puntos que queremos”, apuntó Rueda de cara al viaje a Puerto La Cruz para el choque del próximo martes, en el inicio de la rueda de revanchas.

Asimismo, Rueda reconoció que lloró tras el pitazo final del árbitro brasileño Heber Lopes. “Había mucha emoción”, declaró.

El entrenador indicó que previo al duelo con ‘la Roja’ afrontó una “semana tensa, de mucha presión y análisis”, pues el rival “venía con el propósito de hacer su negocio”.

Pero la “madurez y armonía” llevó a Ecuador adelante, sostuvo Rueda, quien además reconoció que Chile, que continúa quinta con 12 puntos, “movió muy bien el medio campo” y que “hubo pasajes que nos hizo ver muy mal”.