El docurreality ‘Las Argandoña’ debutó anoche en las pantallas de TVN. Y su estreno tuvo características de sorpresa no por su contenido sino por el bajo rating promedio que obtuvo (12.9 puntos, lejos de las expectativas del canal). ¿Por qué tan escasa sintonía para un programa realizado con millonarios recursos, que parecía contar a priori con el favoritismo de las audiencias dada la celebridad farandulera de sus protagonistas?

Sin duda, por la solidez de su competencia directa, el reality ‘Pareja perfecta’, que, pese a su deshilachada estructura, ya está bien instalado en las preferencias masivas con promedios que suelen rondar los 20 puntos y es exhibido en un canal como el 13, líder en este tipo de productos. Pero también, y esto es lo novedoso de la amplia derrota sufrida por ‘Las Argandoña’, influyó la campaña que se difundió en redes sociales y que llamaba a no ver el programa.

Desde hace ya un tiempo en Chile, la relación entre la TV y las plataformas de Twitter y Facebook es estrecha. Existe el hábito de mirar la pantalla chica y comentar lo que se ve, en un ejercicio comunitario que sustituye el viejo comentario familiar por los posteos en tiempo real. Es habitual, por lo tanto, que programas de TV sean ‘trending topic’ al menos una vez al día. Más aún, los comentarios vertidos en redes sociales van influyéndose mutuamente, al punto que generan una ‘emoción virtual’ que hace que determinados programas sean mejor o peor recibidos al momento mismo en que se están emitiendo.

Ya no se espera el comentario del ‘experto en TV’ al día siguiente; ahora es la audiencia, vía redes sociales, la que se forma de inmediato el juicio sobre lo que está viendo. Casos recientes de esta tendencia son ‘Soltera otra vez’, que expandió favorablemente su impacto a través de las redes, y ‘La sexóloga’, que vio sepultadas sus aspiraciones de éxito a raíz de los malos comentarios recibidos desde su primer capítulo.

Con ‘Las Argandoña’ este fenómeno se consolida y agrega otro elemento interesante: la emoción con que el público espera un programa es ahora muy relevante. En este caso, apenas se supo que la TV pública pagaría a los protagonistas más de 360 millones de pesos sólo en honorarios, una ola de rechazo se expandió por Twitter y Facebook, y desde ahí surgió la iniciativa de no ver el programa.

Este es un punto de inflexión interesante, si se considera que la industria tiende a considerar a la farándula como una ‘sandía calada’ y como ‘lo que la gente quiere ver’. Con su negativa a sintonizar ‘Las Argandoña’, las audiencias hacen oír su voz de manera potente, y ofrecen una reacción transversal a los contenidos verticales que la TV está acostumbrada a imponer.

El hecho de que la sintonía de TVN bajara anoche en sólo algunos minutos de 21 puntos (final de ‘Reserva de familia’) a 12 (comienzo de ‘Las Argandoña’) revela que el público tenía conciencia de lo que estaba haciendo, y que tenían claro que del reclamo on line se debía pasar a acciones concretas (como cambiar de canal) para causar impacto en una dimensión más real. Las redes sociales catalizaron así un descontento previamente incubado contra este programa y, en general, contra toda una línea de contenidos ligados a la banalidad constante.

Por primera vez en la era del people-meter, el marketing y la ideología que manejan los criterios de programación televisiva encuentran una fuerza que se les opone en forma directa, y esta no es otra que la poderosa voz de la comunidad. Es sintomático que las estrategias de varios canales, y en particular TVN, no hayan considerado el efecto que iba a jugar en el ráting esta emoción colectiva de repudio que surgió en redes sociales. Es la dificultad de apreciar ciertas situaciones desde arriba de la pirámide mediática, en un escenario nuevo donde las bases de ésta ya no son masas receptoras adormecidas que consumen todo lo que les lanzan desde arriba.

La circulación de la información, la opinión y, sobre todo, la emoción que circula hoy en las redes sociales es una energía a la que los canales van a tener que empezar a poner atención. Para no toparse de nuevo con portazos tan contundentes como el que ayer recibió recibió este docurreality presentado como ‘estelar’.

René Naranjo

René Naranjo

René Naranjo Sotomayor es periodista, crítico de cine y profesor de cine, con una trayectoria de más de 25 años en medios de prensa escritos, radio y TV, de Chile y el extranjero. Puedes seguirlo en su cuenta de Twitter @renenaranjo