El presidente de Paraguay Federico Franco restó importancia a la decisión que tomarán los presidentes de la Unión de Naciones Sudamericanas (Unasur) sobre la legitimidad o no de su gobierno y en tono desafiante manifestó que para él sería “un ascenso” que lo expulsen.

“Si Unasur nos echa, para mí sería un ascenso, incluso una presea. A mí no me agita eso y mucho menos me da taquicardia. No me seduce a mí Unasur”, subrayó este martes Franco en declaraciones a la radio 970 AM de Asunción.

Franco, cuyo gobierno está suspendido del Mercosur desde el 29 de junio pasado tras la cumbre presidencial de Mendoza (Argentina), no es reconocido por los países socios de Paraguay en el Mercosur (Mercado Común del Sur), en desacuerdo con la destitución del ex presidente Fernando Lugo el 22 de ese mes, mediante juicio político por el Congreso.

Unasur, que reúne a 12 países de Sudamérica, debía anunciar en las próximas horas una medida similar en Lima, según fuentes diplomáticas paraguayas.

Franco señaló que Paraguay seguirá apostando a la Organización de Estados Americanos (OEA) tras calificar a Unasur como “un club de presidentes” de la región.

“OEA es la institución de más prestigio, de más gimnasia democrática institucional y siempre acudimos a sus organismos para nuestros eventos eleccionarios”, ponderó.

El primer mandatario paraguayo dijo que Paraguay, en cambio, no puede estar fuera del Mercosur. “Es nuestra realidad, nuestra cotidianeidad. Nosotros somos un país mediterráneo, necesitamos llevarnos bien con nuestros vecinos, sobre todo cuando tenemos vecinos poderosos”, señaló, refiriéndose a Brasil.

“Si al Brasil le va bien, al Paraguay por añadidura le tiene que ir bien. Económicamente hablando para nosotros, Brasil es fundamental. La balanza económica más importante del Paraguay es con el Brasil, en segundo lugar es con China continental”, precisó.

En cuanto a la controversia que se debate a nivel público acerca de si salir del Mercosur y pedir la inclusión sólo como estado asociado en vez de adherido, Franco sostuvo que podría plantearse el tema en un referéndum, en simultáneo con las elecciones presidenciales programadas para el 21 de abril del 2013.