En el día de su cumpleaños número 28, Ryan Lochte tuvo para festejar cinco medallas olímpicas en los Juegos de Londres-2012, aunque sus derrotas en dos finales el jueves, una de ellas ante Michael Phelps, lo vuelven a dejar a la sombra de su compatriota estrella.

Lochte dijo que su cumpleaños este viernes era “el primero en un par de años” en el cual no tenía que nadar, en referencia a su ausencia en los relevos 4x100m estilos, cuyas series ganó Estados Unidos.

Lochte se va de Londres con cinco medallas: dos oros en 400m estilos y los relevos 4x200m libres (donde nadó junto con Phelps), dos platas en los relevos 4x100m libres (también con Phelps) y 200m estilos y un bronce en los 200m espaldas.

Pero si la cosecha no es mala, para Lochte el año olímpico 2012 no trajo lo que esperaba.

Después de ver cómo Phelps ganaba ocho medallas de oro en Pekín-2008, rompiendo el récord de siete títulos establecido por el mítico Mark Spitz en Múnich-1972, este nadador versátil y talentoso se había dedicado a trabajar duro y mejorar para superar finalmente a su archirrival.

Así, Lochte se tomó revancha y venció a Phelps en los 200m estilos de los Mundiales de Roma-2009 y Shanghai-2011, además de derrotarlo en los 200m libres de esta última cita, de la que se fue con cinco oros.

Siguiendo la tendencia del año pasado, su victoria inicial sobre Phelps en los 200m estilos en Londres-2012 pareció finalmente como el final de una era y el inicio de su reinado.

Pero cuando todo el mundo esperaba que Lochte se afirmase como la estrella de la natación de estos Juegos, llegó la debabcle.

Primero, el domingo, fue superado en los metros finales por el francés Agnel en los relevos 4x100m libres -en los que corrió con Phelps-, dejando escapar un oro que los estadounidenses tenían en el bolsillo tras dominar toda la carrera.

Luego, el lunes, quedó cuarto lejos del mismo Agnel en los 200m libres, en una sorpresa mayúscula ya que era el defensor del título y campeón mundial.

El oro que ganó el martes con el equipo estadounidense en los relevos 4x200m libres fue un alivio, aunque al mismo tiempo no hizo más que elevar a Phelps al grado de leyenda, ya que le permitió convertirse en el deportista con más medallas olímpicas de la historia, batiendo el récord de la gimnasta soviética Larisa Latynina.

Lochte tenía todavía dos finales, una de ellas contra Phelps, para recuperar el control de la situación y mostrar que si su compatriota era la leyenda histórica, él era el presente.

Pero el jueves, en un espacio de 40 minutos, su suerte quedó sellada.

En la final de los 200m espaldas, el estadounidense Tyler Clary lo superó en los 50 metros finales y se quedó con el título con récord olímpico, seguido del japonés Ryosuke Irie.

Lochte, primero desde el inicio, tuvo que conformarse con el bronce.

A continuación vino un nuevo duelo en los 200m estilos con Phelps que, sabiendo que su rival estaba cansado, impuso un ritmo fuerte desde el inicio y ya nunca miró hacia atrás para acabar llevándose el oro.

Este triunfo dio a Phelps aún más gloria, al transformarlo en el primer nadador en ganar la misma prueba de la natación olímpica en tres Juegos diferentes.

“Es Michael Phelps, es uno de los más grandes. Es un duro competidor, pero me encanta correr contra él. Fue divertido”, afirmó Lochte, agregando que no se arrepentía de haber intentado ese osado doblete.

Con los hechos consumados, y al hacer un balance, el estadounidense trató de ser positivo.

“No puedo estar decepcionado. Me estoy volviendo a casa con cinco medallas olímpicos y es algo de lo cual estar orgulloso”, aseguró.

Con estas preseas, Lochte suma once medallas (cinco oros, tres platas y tres bronces) en tres Juegos, ya que había debutado en Atenas-2004.