Varios países de América Central enfrentan un creciente riesgo crediticio por sus deudas externas, según un informe difundido el lunes por la agencia de calificación financiera Standard and Poor’s (S&P).

El estudio destaca en cambio la mejora experimentada por Bolivia, Paraguay y Surinam, analizados en este trabajo comparativo con Costa Rica, Guatemala y El Salvador.

Los seis países tienen una nota “BB”, que los ubica por debajo del grado inversor mínimo de “BBB-”, pero según Standard and Poor’s la situación de unos y otros es distinta.

Las deudas soberanas de los países centroamericanos “están enfrentando crecientes riesgos crediticios”, señala el informe, del que la AFP obtuvo una copia.

“Tenemos una perspectiva negativa en nuestra nota ‘BB’ de Guatemala y hemos recortado la calificación de El Salvador en dos peldaños en los últimos tres años. Estos países están tratando de evitar crecientes riesgos crediticios”, agrega el texto.

Los tres países centroamericanos han visto como sus finanzas públicas, que ya eran frágiles, “han empeorado por el aumento de sus deficits públicos y sus deudas gubernamentales”, como consecuencia de una recuperación más lenta de lo esperado tras la crisis económica y financiera mundial que estalló en 2008.

S&P pone de relieve la exposición de América Central a Estados Unidos y Europa como un elemento que ha afectado negativamente a esa región a la hora de crecer en comparación con Sudamérica, que vive actualmente una época de bonanza por los altos precios de las materias primas en un contexto de finanzas públicas consolidadas.

A pesar de esta situación complicada, S&P destaca el hecho de que Costa Rica, El Salvador y Guatemala “han mantenido instituciones públicas relativamente fuertes y han continuado políticas predecibles y orientadas a los mercados”, algo que les ha permitido compensar sus vulnerabilidades.

Sin embargo, el futuro a corto plazo en América Central es “más de desafíos que de oportunidades”, insiste la agencia de calificación, que advierte que son necesarios progresos en materia de consolidación fiscal y nuevas medidas para apoyar o mejorar las perspectivas económicas.

En el marco de una coyuntura internacional más bien favorable a pesar de la actual crisis de la Eurozona y los problemas de Estados Unidos para recuperarse como motor económico mundial, muchos países latinoamericanos han ganado en solidez antre los mercados tras sus crónicos problemas de deuda externa.

Como ejemplo de esto, Standard and Poor’s subió la semana pasada la nota de la deuda soberana de Ecuador y Honduras, de “C” a “B” y de “B” a “B+” respectivamente.

A principios de abril, había sido el turno de Uruguay se recuperar el grado inversor mínimo que ya tenían otros seis países latinoamericanos (Chile, México, Brasil, Perú, Panamá y Colombia), tras un alza en la nota de su deuda soberana de “BB+” a “BBB-” por parte de S&P.