Por lo menos 13 reclusos murieron este jueves en un incendio en el penal de San Pedro Sula, al norte de Honduras, desatado tras un enfrentamiento entre bandas de presos, según autoridades de la Fiscalía y Policía.

“Hay 13 cadáveres, pero no podemos establecer con precisión detalles del incidente. Hay que esperar resultados de las investigaciones”, declaró a la prensa Marleny Vanegas, coordinadora de los fiscales de San Pedro Sula.

El fuego se desató en uno de los módulos de la prisión de San Pedro Sula, segunda ciudad de Honduras, 240 km al norte de la capital. Éste fue sofocado por los propios reos con baldes de agua, tras lo que se hallaron los cuerpos, según los reportes oficiales.

Walter Amaya, jefe de la policía en el contingente de seguridad nacional, quien inicialmente había reportado un preso muerto en el inciendio, declaró a la prensa que se realiza “el levantamiento de los cuerpos” para identificarlos.

“Ya tenemos garantizada la seguridad” en el centro penitenciario, insistió desde la cárcel Amaya, quien señaló que “el fuego y todo está controlado, hemos retomado el control”.

El suceso causó alarma en la población, pues ocurre apenas mes y medio después de que Honduras fuera epicentro de una de las peores catástrofes carcelarias del mundo: el incendio del penal de Comayagua, 90 km al norte de Tegucigalpa, que dejó 361 reclusos muertos.

Amaya afirmó que “bandas organizadas que están en pleitos provocaron” el incendio en San Pedro Sula, pero pidió “esperar los resultados de las investigaciones” para tener mayor precisión de lo sucedido.

El Centro Penal Sampedrano tiene una población de unos 2.250 reclusos y fue construido para 800. Entre los presos hay miembros de las temidas pandillas Mara Salvatrucha (MS) y Mara 18 (M-18), ubicadas en módulos separados, y otras bandas de narcotraficantes, secuestradores y ladrones vehículos.