Militares mexicanos detuvieron a un presunto integrante del cartel de los hermanos Beltrán Leyva, acusado de controlar a los pescadores que recogían en altamar alijos de cocaína procedentes de Centro y Sudamérica, informó este jueves el ejército.

Oscar Santoyo ‘El Mosco’ Rodríguez también es acusado de un ataque con explosivos en febrero de 2008 contra la sede de la Secretaría de Seguridad Pública del Distrito Federal, que provocó un muerto y dos heridos.

La detención se produjo el 18 de enero en el municipio de Huatulco, en el estado de Oaxaca (sur) con costas en el Pacífico, declaró a la prensa el general Alberto Martínez, comandante de la VIII Región Militar, sin dar más detalles.

Santoyo Rodríguez formaba parte de una célula del cartel de los hermanos Beltrán Leyva, uno de los siete más poderosos que operan en México, que “efectúa la recepción de cocaína vía marítima en las costas de Oaxaca, procedente de Centro y Sudamérica, mediante el empleo de lanchas rápidas”, explicó en nota la secretaría de la Defensa.

El detenido era “encargado del control de un grupo de lancheros, que utilizando la cobertura de pescadores, trasladaban los cargamentos de cocaína desde embarcaciones en altamar hacia las costas de Huatulco”.

Por otro lado, un presunto pistolero murió y otras 15 personas, entre ellas seis menores de edad, fueron detenidas tras un tiroteo con fuerzas de seguridad en el estado de Veracruz (costa del Golfo de México), informó el jueves la secretaría de la Armada mexicana.

“Un elemento de la institución resultó herido y un presunto integrante de la delincuencia organizada perdió la vida”, informó.

El choque ocurrió el miércoles cuando marinos patrullaban en el municipio de Amatlán de los Reyes (de 10.000 habitantes) y detectaron un grupo de hombres que intentaron huir, pero fueron alcanzados en una casa donde comenzó el tiroteo, indicó la Marina.

En diciembre de 2006 el gobierno mexicano puso en marcha un operativo contra los carteles desplegando miles de militares y policías federales. Desde entonces unas 50.000 personas han muerto por pugnas entre narcos y fuerzas de seguridad, según datos de prensa.